la opinión invitada

Polinizadores en zonas de cultivo: biodiversidad

  • El proyecto consiste en rodear los cultivos con flores que atraigan a insectos

Operación Polinizador es un proyecto internacional sobre biodiversidad que pretende impulsar las poblaciones de insectos polinizadores en el sector agrario, a través de la creación de hábitats adaptados a las especies de insectos y condiciones locales. El proyecto se basa en el establecimiento de hábitats específicos para insectos polinizadores en zonas de cultivo, que permitan crear refugios naturales para los polinizadores y fomentar la presencia de otros artrópodos útiles como depredadores y parasitoides.

El proyecto comenzó hace más de 10 años, y hoy en día está implantado en Norteamérica y en ocho países de la Unión Europea, adaptado completamente a las necesidades de cada país. En Europa destacan Inglaterra y Alemania con más de 5.000 hectáreas de márgenes, y con una reconocida labor de mejora de las poblaciones de insectos polinizadores, y en general con beneficios ambientales complementarios.

Este año se han implementado en Sevilla 90 hectáreas de márgenes florales

En España el proyecto ha sido implementado con la colaboración de organismos científicos como CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) e Imida (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario) y de universidades como la Etsia de Madrid. El proyecto lleva en España cinco años, tres de ellos en fase de investigación, en los cuales se ha desarrollado el conocimiento necesario para aplicarlo en el sector. Destaca un protocolo de establecimiento de márgenes y lindes de especies aromáticas y herbáceas, previamente seleccionadas en función de una serie de criterios técnicos como la atracción de polinizadores, la aparición de insectos beneficiosos, y en general la mejora de la biodiversidad asociada a la producción agraria.

A través de este programa, Syngenta trabaja con los agricultores para crear márgenes de polen y néctar alrededor de los campos de cultivo. Se realiza una correcta planificación y estudio de las especies florales más apropiadas para cada región o ecosistema, destinando un pequeño porcentaje de superficie dedicada a los cultivos (entre el 2% y el 6%), ubicada en los lindes del cultivo.

Operación Polinizador tiene un objetivo principal, que es el de preservar y mejorar la biodiversidad en las zonas agrarias, a través del incremento de los polinizadores y otros artrópodos beneficiosos.

En apenas tres años de ensayos, se ha observado que la riqueza de artrópodos beneficiosos es significativamente mucho más elevada en las parcelas que tienen flores en los márgenes, que en las que carecen de ellos y se ha identificado una mezcla de plantas herbáceas en cada zona, que puede funcionar bien, atrayendo una amplia variedad de especies de polinizadores y otros insectos útiles que visitan sus flores (Viñuela et al., 2012, 2014).

Conforme ha ido avanzando el proyecto, Operación Polinizador ha ido incorporando a su objetivo nuevos cometidos, visto el potencial del proyecto. Así, además de proteger y mejorar la biodiversidad en general, Operación Polinizador está comenzando a desarrollar un papel importante en la mejora de la calidad y rendimiento de los cultivos que dependen de la polinización; melón y sandía, frutales, colza y leguminosas, donde la polinización juega un papel imprescindible en las producciones.

La transformación de los ecosistemas naturales por la intensificación de la agricultura tiene efectos negativos sobre la biodiversidad. Los polinizadores son una de las comunidades afectadas debido, entre otras muchas razones, a la destrucción de lugares para nidificar y la eliminación de plantas capaces de proveer polen y néctar. Las abejas silvestres son responsables de la polinización de muchas especies, tanto silvestres como cultivadas, por lo tanto la reducción de los polinizadores puede tener un impacto en la producción de cultivos y en el funcionamiento de los ecosistemas.

Con Operación Polinizador se incrementa la diversidad de la superficie dedicada a agricultura mediante la implantación de fuentes de alimentos para los polinizadores, favoreciendo así: el aumento del número de insectos polinizadores favoreciendo así la mejora de los rendimientos de cultivo gracias a una mejor polinización, la protección del agua y el suelo, la creación de hábitats para pequeños mamíferos y aves, la cualificación para posibles pagos medioambientales adicionales y la mejora de los vínculos con los mercados como medida medioambiental.

En este año sólo en Sevilla ya se han conseguido implementar 90 hectáreas de márgenes florales de biodiversidad en cultivos extensivos y con la colaboración de Asaja Sevilla. Finca el Cortijo Maestre en Alcalá de Guadaíra o Hatabo en el Coronil son algunas de las que ya han extendido 15 kilómetros de márgenes en sus explotaciones. En el último informe de monitorización de los márgenes realizado en estas fincas sevillanas se identificaron hasta 90 especies de insectos tanto polinizadores como también depredadores de plagas, que son de especial interés para la propia productividad del cultivo. También se han identificado algunos endemismos ibéricos de gran valor, como la mariposa arlequín o algunas especies de antophoras.

Operación Polinizador es un proyecto incluido en el plan de compromisos con la agricultura sostenible que Syngenta se ha marcado para 2020 denominado The Good Growth Plan.

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