Las legumbres son muy buenas para la dieta, tienen muchísimas virtudes desde el punto de vista nutricional. Son fuente de proteínas, más baratas que las de origen animal, son ricas en fibra, bajas en grasas y aportan vitaminas del grupo B, la pro vitamina A, además de ricas en aportaciones de calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro y yodo.

Garbanzos, lentejas y judías han sido imprescindibles en los platos de cuchara más tradicionales. Sin embargo, en los últimos 20 años el consumo por persona se ha reducido a la mitad. De los 20 gramos por persona y día de 1990 a los 8,7 de 2012, quizás a consecuencia de una modernidad mal entendida.

En el campo español y europeo ha pasado lo mismo. De la producción autóctona, amparada en las referencias de toda la vida, como las alubias de La Bañeza, los garbanzos de Fuentesaúco o de Escacena o las lentejas de La Armuña que se podían comprar en las tiendas de ultramarinos o colmaos de barrio se ha pasado a un devastador paisaje de estantería llenas de lentejas procedentes de Estados Unidos y Canadá, garbanzos cultivados en México o alubias de Argentina. Sólo tienen que mirar atentamente las etiquetas de marcas conocidas.

Se importan anualmente unas 70.000 toneladas de garbanzos, 54.000 de alubias y 49.000 de lentejas, lo que convierte a España en uno de los primeros países importadores de la Unión Europea.

Y es que pese a la reducción del consumo en España -aunque ha habido un ligero repunte en los últimos años en parte por la crisis económica y también en parte por la rehabilitación de la fama de estos alimentos por la alta gastronomía que ha vuelto los ojos hacia la cocina de raíz-, la producción interna es insuficiente para abastecer la demanda, por lo que las importaciones resultan imprescindibles.

Más demanda que oferta

Las legumbres han dejado casi de cultivarse en España y eso que, como confirman desde Cooperativas Agroalimentarias, se consideran "uno de los escasos y genuinos cultivos ecológicos que existen, porque una vez recolectadas favorecen la fertilización natural del suelo preparándolo para recibir otro tipo de semillas".

Así, la alternancia con la siembra de cereales se ha realizado tradicionalmente en la mayor parte de las zonas agrícolas de la España interior y en las grandes zonas de secano. Pero en las últimas décadas nuestro país ha multiplicado la producción de cereales con el objetivo de reducir la dependencia exterior, lo que ha sido a costa de las legumbres.

La falta de interés de los agricultores unido a la reducción de la demanda por parte de los consumidores desembocó en un drástico bajón en el cultivo de legumbres.

Ante el descenso del cultivo de legumbres en España y otros países, la Unión Europea se ha puesto manos a la obra con el objetivo de recuperar este cultivo y la IGP (indicación geográfica protegida) comunitarias, campaña de promoción de legumbres de calidad diferenciada que se va a desarrollar en 2014 y 2015 en España, Portugal y Francia. Hay varios objetivos, entre ellos, promocionar las legumbres de calidad IGP y DOP (denominación de origen protegida) de producción nacional y su exportación, así como el aumento del consumo en la dieta habitual.

Para ello van a realizar distintas acciones durante el periodo antes indicado, con las que informarán a los consumidores sobre los beneficios del consumo de legumbres y sobre sus posibilidades gastronómicas, y además pretenden involucrar al sector de la hostelería para que actualice su oferta con este alimento.

También quieren concienciar a los agricultores sobre lo que les puede reportar cultivar legumbres de calidad diferenciada e incentivarlos para ello, así como ayudar para la internacionalización de las empresas adscritas a los consejos reguladores, entre otras cosas.

Para acercar al consumidor y los restauradores a las legumbres, que también son para el verano, se elaboran recetas con estos productos como ingrediente de ensaladas y platos fríos. Y se renuevan los platos de cuchara o potajes tradicionales.

De momento, el Ministerio de Agricultura ha indicado, en sus primeras estimaciones de producción de leguminosas, que la cosecha nacional de garbanzos aumentará un 6,8% en 2014, hasta las 28.000 toneladas. Sin embargo, la de lentejas caerá este año un 40,2%, hasta las 24.000 toneladas.

Uno de los objetivos de la campaña Pon legumbres que impulsan la Comisión Europea y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es divulgar la denominaciones o indicaciones geográficas.

Las actuales IGP de legumbres son Faba Asturiana, Garbanzo de Fuentesaúco, Judía de El Barco de Ávila, Lenteja de la Armuña, Lenteja Pardina de la Tierra de Campos, Faba de Lourenzá y Alubia de La Bañeza de León. También con Denominación de Origen Protegida figura las Mongeta del Ganxet de las comarcas Vallés y Maresme catalanas. Sin embargo, en las promociones parecen haberse olvidado del andaluz Garbanzo de Escacena, con IGP desde hace casi un año.

En verano, en ensalada

Esta campaña, que también ha sido impulsada por la organización agraria COAG y que sin embargo se ha centrado más en el norte de España, quiere dar a conocer que las legumbres son uno de los pilares de la dieta mediterránea, una dieta que se basa en una alimentación equilibrada y variada en la que predominan alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de las regiones bañadas por el mar que le da nombre. Además, las legumbres son uno de los pocos cultivos que favorecen la fertilización natural del suelo, preparándolo para recibir otro tipo de semillas.

Durante el mes de julio, 80 restaurantes de ocho provincias españolas (Madrid, Valencia, Murcia, Sevilla, Badajoz, Toledo, Valladolid y La Coruña) participaron en la primera Quincena Gastronómica de Verano de las legumbres de calidad diferenciada. De cara a los agricultores se pretende con esta campaña concienciarlos sobre los beneficios del uso de legumbres con IGP en sus cultivos e incentivar su participación en los consejos reguladores y también abrir la puerta a la internacionalización de las empresas adscritas a los consejos reguladores de cara a facilitar la penetración en el mercado en un mercado gourmet de las legumbres con IGP.

Y para los consumidores se pretende proporcionar ideas para su consumo, sobre todo alejando el cliché de que sólo se consumen legumbres en platos de cuchara en meses fríos.

Las ensaladas a base de judías, lentejas o garbanzos están presentes en el recetario de la campaña. Desde la ensalada de judías de El Barco de Ávila con aguacates y anchoas, a la de lentejas de La Armuña con caballa y curry frío o los garbanzos con pollo. Eso sin olvidar otros preparados tradicionales de otras cocinas mediterráneas como es el hummus, ahora muy de moda, cuya base de elaboración también son los garbanzos.

La campaña de promoción de las legumbres tiene como objetivo llegar a la restauración como prescriptora y generadora de tendencias en el caso de los chefs afamados y a la restauración media para el conocimiento de recetas fáciles y económicas en base a legumbres con IGP.

También se trata de llegar a las escuelas de Hostelería para la formación de los futuros profesionales de la restauración, a través de master class y el envío de materiales formativos e informativos a las 25 escuelas de hostelería principales de nuestro país.

En estas acciones se incluyen eventos en Escuelas de Hostelería Internacionales de Francia y Portugal, charlas informativas y showcooking con nuestros chefs embajadores, así como los mailing formativos a 3.000 restaurantes franceses y 1.000 portugueses.

Del mismo modo se enviará a una base de datos de 2.000 restaurantes de toda España especialmente seleccionados y se prepara otra quincena gastronómica para el año que viene con otros 80 restaurantes. Además se difundirán los 20.000 recetarios por campaña (verano-invierno) de forma paralela. Para su elaboración se ha contado contando con el asesoramiento técnico y gastronómico del chef Sergio Fernández.