AGR Almeria

Smurfit Kappa desarrolla acolchados biodegradables para cultivos intensivos

  • Colabora con el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias en un proyecto que genera menos restos en la finca

Imagen de una visita a la finca experimental donde se desarrolla la iniciativa.

Imagen de una visita a la finca experimental donde se desarrolla la iniciativa. / diario de almería

Los ensayos de cultivos hortícolas en invernadero con acolchados en papel y otros materiales biodegradables que el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) está desarrollando en su finca experimental de Sartaguda (Navarra), fueron el tema central de la visita que realizó hace unos días a las instalaciones la directora general de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, Eva García Balaguer, acompañada del jefe de la Sección de Residuos, Raúl Salanueva.

Se trata de un proyecto que INTIA, la sociedad pública del Gobierno de Navarra adscrita al Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, desarrolla en colaboración con la empresa Smurfit Kappa Sangüesa, y que utiliza acolchados de papel para cultivar hortícolas en invernadero, tal y como recoge www.navarra.es.

Materia primaPapel de madera de pino certificada de la papelera Smurfit Kappa Sangüesa

La experiencia es especialmente relevante desde el punto de vista de la prevención de residuos en el sector agrícola, ya que la mayor parte de este tipo de cultivos con acolchados en invernaderos y túneles se realizan en la actualidad utilizando plásticos, fundamentalmente polietileno (PE), cuya gestión y tratamiento como residuos es muy compleja y con bajos índices de reciclado. Eva García destacó "la aportación de la firma a la investigación e innovación con criterios de sostenibilidad, y subrayó la importancia de la experiencia, pues el éxito del acolchado de papel supondría un gran avance en la prevención de residuos agrícolas".

En la visita, el coordinador de Experimentación de INTIA, Luis Orcaray, explicó que el Instituto viene investigando en alternativas al polietileno con biodegradables, oxodegradables, fotodegradables y, recientemente, en colaboración con la empresa Smurfit Kappa, con el papel. La experimentación, que en este momento comprueba resistencia y desarrollo de los cultivos, no ha observado diferencias notables de producción y calidad entre el acolchado de papel y el polietileno (PE), el más utilizado actualmente. Además, en esta experiencia, el papel es completamente compostable, y al integrarse en el suelo puede contribuir a su mejora.

En el ensayo que se realiza en Sartaguda los test realizados durante los primeros meses han incluido el seguimiento exhaustivo del cultivo, midiendo y comparando los datos más significativos en rendimientos, consumos de agua, control de las malas hierbas, temperatura, etc.

En su recorrido, las personas asistentes visitaron los distintos cultivos sobre acolchado con papel de varios gramajes, de color marrón (kraf) o de color negro, y también un invernadero acolchado con un biopolímero. Se trata de invernaderos en ecológico, con una colección de variedades locales y comerciales de lechugas batavias y grumillos, utilizables en ciclo invernal.

En el transcurso de la visita, Eva García ha valorado "muy positivamente la colaboración entre una empresa navarra, que lleva más de 60 años localizada en Sanguesa, y una finca experimental del Gobierno para desarrollar productos innovadores que puedan resolver problemas reales y posicionen a nuestras empresas en la avanzadilla mundial para ofrecer alternativas a los problemas ambientales".

Actualmente, Smurfit Kappa Sangüesa está desarrollando varios tipos de papel, procedentes de la madera de pino, para sustituir el acolchado plástico por acolchado de papel. Su principal ventaja es que no es necesaria su retirada, ya que una vez recolectado el cultivo, la tierra puede labrarse junto con el papel puesto que éste se degradará al poco tiempo, contribuyendo a mejorar la calidad de la tierra.

Además, la materia prima que se utiliza para la producción de este papel en la planta de Sangüesa procede de bosques de gestión sostenible, certificados con FSC y PEFC, lo que permite hacer una labor de gestión de un recursos renovables como son los bosques, contribuyendo a la economía local y a la prevención de incendios.

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