Juan Luis Ávila es responsable de Coag Andalucía de Aceite de Oliva y secretario general de esta organización agraria en la provincia de Jaén. Su experiencia en el sector es amplia. Él mismo trabaja a pie de olivar y durante una temporada estuvo viviendo en la provincia de Almería. Así, conoce tanto la realidad de las grandes zonas productoras como Jaén o Córdoba, y otras como la almeriense, con una producción mucho más pequeña respecto en el conjunto andaluz. En la provincia de Almería se prevé que haya unas 60.000 toneladas de aceituna y 11.850 de aceite según cifras del Aforo de la Campaña 2013/2014 de la Junta de Andalucía.

-Ya prácticamente ha terminado la recolección. ¿Cómo se prevé que finalice la campaña?

-La verdad es que parece que está siendo bastante buena. A nivel nacional se prevé que habrá 1.450.000 toneladas. Por lo general se espera que la cifra sea muy parecida a la de hace dos años.

-Teniendo en cuenta su experiencia, ¿cómo definiría al sector olivarero de la provincia?

-Almería es un pequeño, pero por ejemplo, en la variedad Lechín de Granada, que es la más abundante en la zona, tiene muy buena calidad.

-¿Diría que Almería está en condiciones de competir en calidad con otras zonas como Jaén o Córdoba?

-La verdad es que en lo que se refiere a calidad, tanto la aceituna de mesa como el aceite son buenísimos. Destacan sobre todo por sus aromas y porque son muy afrutados, pero el sector no es competitivo.

-¿Cuáles son los principales escollos que afronta?

-El gran problema es que no se puede mecanizar la producción. En la provincia de Almería hay un sistema de bancales muy tradicional y casi no hay utilización de fitosanitarios, por este motivo se obtiene esa buena calidad. Sin embargo, no permite que se desarrolle una mayor producción. Aunque se ha probado a mecanizar algunas extensiones, es imposible porque los olivos son centenarios e incluso milenarios, y con esos troncos no sirve de nada el sistema de vibración.