JUAN FERNANDO LOPEZ AGUILAR. Eurodiputado de Alianza Progresista

"De Almería me llama la atención la pequeña alegría de la vida cotidiana"

  • El exministro socialista, veraneante asiduo del camping almeriense de la Garrofa, repasa su estrecho vínculo con Andalucía y la importancia de los escaños de Bruselas para esta región

Su espíritu político se despertó muy pronto sin embargo su llegada a un cargo público le llevó mucho más tiempo y no sería hasta completar sus estudios cuando dio el salto a la administración. Recordado por muchos como el ministro que impulsó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, ahora defiende a los europeos desde su escaño en el Parlamento Europeo bajo las siglas de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas. Su juventud la pasó en su mayor parte en Granada y ahora vive a caballo entre Centroeuropa y las Islas Canarias.

- ¿Su relación con Andalucía Oriental es muy estrecha?

- No sabes cuánto, yo no solamente estudié en Granada sino que me hice en Granada, me hice como estudiante, como profesor y como persona, además de cómo socialista. Granada fue una experiencia determinante en mi vida. En aquella época Granada era la desembocadura de muchas vocaciones periféricas e íbamos a Granada desde Canarias, Ceuta, Melilla, Almería, Málaga o Jaén con muchísima ilusión y hambre de vivir. .

- ¿Por qué aterriza en Granada?

- La primera vez que visité Granada fue en COU gracias a un congreso de caricaturistas y dibujantes. Me enamoró su universidad y en septiembre me trasladé aprovechando la oportunidad que me había brindado la vida y me dispuse a entregarme a la Universidad de Granada y a todas sus oportunidades.

- El dibujo lo trajo por primera vez a Andalucía, pero ¿recuerda su primera caricatura?

- He dibujado caricaturas toda mi vida. Con 15 años me presenté en el despacho del director del diario La Provincia en marzo de 1977 y le dije que era un dibujante rápido, un caricaturista rápido, podía dibujar a Fraga y lo hice, Adolfo Suárez y lo hice, Felipe González y lo dibujé y esta última la tengo todavía enmarcada en el dormitorio donde duermo en Las Palmas. Me pidió un dibujo del general Pinochet, lo hice y la caricatura se publicó, recuerdo que me pagó 300 pesetas. A partir de ese momento fui dibujante en prensa escrita durante años.

- ¿Cuál ha sido la caricatura más gratificante?

- La caricatura que más me satisfizo fue la que me pidió personalmente el rey Juan Carlos en un viaje en avión. La hice sobre la marcha, le divirtió mucho y luego le regalé una muchísimo mejor, muy esmerada que la hice a carboncillo, me salió realmente bien y de la que lamento no haber conservado ninguna copia, al rey Juan Carlos lo puedo dibujar con los ojos cerrados.

- ¿Cuál ha sido la última?

- Probablemente a algún compañero del Parlamento Europeo, aunque la última publicada ha sido en la revista Abogados, al presidente saliente del Consejo General de la Abogacía.

- Además del dibujo, ¿qué otra afición tiene?

- Soy un músico y un dibujante absolutamente indesmayable, tengo la música en la cabeza y dibujo con la mano izquierda todas las horas del día, salvo las pocas que duermo. Esas son mis dos aficiones: dibujar y tocar instrumentos de cuerda.

- Caricaturista, músico pero acabó dedicado al Derecho...

- Yo quería ser arquitecto hasta los 17 años pero una serie de carambolas de la vida me hicieron cambiar de rumbo y matricularme en Derecho en lugar de Arquitectura y luego en Políticas y Sociología. De esa politización adolescente, rabiosa en los valores de la izquierda, surgió una aproximación a las formaciones de izquierda en las que no acabé de encontrar una referencia movilizadora hasta que tropecé con el PSOE..

- Me imagino que durante esos años universitarios también visitaría Almería.

- Hice grandes amigos en mi época universitaria, uno de los mejores fue un estudiante de medicina almeriense, llamado Sebastián Sánchez Martínez, al que todos llamaban "El Chato", militante del Partido Comunista, con el que viví tiempo después el 23 F. Yo entonces era un rojo desorientado, el guanche rojo me llamaban en la universidad de Granada. Y fue con él con quién fui por primera vez a Almería a degustar migas, jamás antes las había visto en mi vida… era noviembre de 1979, tenía 18 años..

- Una visita a la que le han seguido muchísimas más, ¿no es así?

- A Almería voy con frecuencia. He conferenciado en la Universidad de Almería muchas veces. Yo que académicamente me hice en Granada y pertenezco al grupo de catedráticos de la llamada escuela granadina me he hermanado con esos profesores que surgieron allí. No sólo he visitado Almería, sino buena parte de sus pueblos como Mojácar o Roquetas y uno de mis mejores amigos de la Universidad y que lo sigue siendo a estas alturas de mi vida, Pedro Enciso Castrales, es de Huércal Overa.

- ¿Qué le llama la atención de Almería?

- La vida por el mar, me viene a la mente la luminosidad, el cielo azul, la pequeña alegría de la vida cotidiana, una ciudad muy alcanzable a pie y me viene a la memoria también, un camping llamado la Garrocha donde he pasado unos buenos momentos.

- ¿Cómo ve Almería en la actualidad?

- La Almería de 1979 y la Almería de 2017 no tienen nada que ver, como le pasa a todas las capitales andaluzas, ahora Almería tiene unos estándares de desarrollo cívico, social y económico incomparablemente mejores a los de los años 80. .

- ¿Andalucía estuvo muy presente en sus comienzos políticos?

- Me hice socialista joven en Andalucía en un momento en el que el Partido Socialista se salía del mapa. Tuvo victorias que hicieron historia, abrumadoras, de modo que mucha de la gente joven de mi alrededor que habíamos pasado a subirnos a la locomotora del Partido Socialista en marcha, incursionó en la política profesionalizándose en ella muy joven.

- No fue su caso.

- No, yo perseveré en mi formación académica, me dediqué muy seriamente a los estudios, estudié dos carreras, lo hice con tremendo empeño, fui becario en la Universidad de Granada y continué siéndolo varios años después en mi formación académica. Mi dedicación a la política no fue ni muchísimo menos temprana, mi primer cargo electo fue diputado nacional en el congreso a los 38 años de edad, ya había completado mi carrera académica y ya era catedrático..

- ¿¿Qué le llamó de la política?

- Inquietud o vocación política como solemos llamarla, pasión…pasión por España, por el espacio público, pasión por los asuntos públicos, por el debate público, por la política y además desde una posición radicalmente de izquierdas que ha sido mía desde siempre.

- Todo su discurso está impregnado de esa ideología de izquierdas.

- Ser socialista es sin duda ser de izquierdas, una pasión por la igualdad y rebelde contra las injusticias derivadas de la desigualdad pero sobre todo una identidad abierta al mundo. Ser socialista es no mirarte el ombligo sino mirar que tienes de común con tu prójimo, más que ver que te diferencia.

- ¿Político español y europeo?

- Soy español, europeo, europeísta y ciudadano del mundo, internacionalista. Es un cuento ridículo que alguien piense que a estas alturas puede llevarnos a alguna parte propugnar una identidad excluyente. Desde luego a los españoles de mi generación nos ha mejorado ser europeos de cuerpo entero.

- ¿Qué le ha dado la política europea?

- En política no vamos buscando gratificaciones pero el desafío europeo es enorme y por tanto merece la pena, máxime en este momento de desfallecimiento de la identidad europea. El modelo social europeo, que es lo mejor de Europa, ha sido sometido a un asedio y un asalto por parte de unas fuerzas conservadoras que deben ser combatidas. La política europea tiene algunos alicientes que marcan un contraste con quien como yo proviene de la experiencia de la política española, es una política que especialmente te formatea para el manejo de la complejidad, exige habituarse a procedimientos excepcionales de extraordinaria sofisticación, te obliga a una infinita composición de intereses contradictorios, a batallas de las que no acaban nunca, equilibrios inestables, y por supuesto te exige no solamente entender al otro sino entenderte con el otro en muchas lenguas, con lo cual me parece muy interesante y fascinante en lo personal.

- ¿No cree que la labor de los eurodiputados es un poco desconocida?

- Yo preguntaría a quienes leen esta entrevista si votaron las últimas elecciones europeas y si quieren hacerlo la próxima vez porque les diría que lo hagan. Me parece un ultraje que este Parlamento sea el más poderoso de la historia de Europa y sin embargo el menos votado. Es importante que la gente sepa que aquí realmente vamos a trabajar. Es cierto que somos poco visibles y poco audibles porque rara vez en los medios de comunicación prestan al Parlamento Europeo la atención que merece salvo negativamente. Este Parlamento resulta ser una institución legitimada directamente por el sufragio universal y me gustaría que fuese más votada.

- ¿Tiene en su mochila política algún logro del que se sienta especialmente satisfecho?

- La ley de matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, si a mi me dicen cuando yo era adolescente en Canarias que yo habría sido el promotor de ese impresionante salto sin red hacia adelante no me lo hubiera creído pero sin embargo es real, eso forma parte del éxito de haber sido ministro de Justicia en la primera legislatura de Zapatero. Otras grandes logros de los que me siento muy orgulloso son leyes como la del divorcio exprés, la de identidad de género por la que los transexuales pueden modificar su DNI sin necesidad de sufrir una cirugía abrasiva, la ley de igualdad, la ley de promoción de la autonomía personal que se llama ley de la dependencia o la ley de reparación de las víctimas de la guerra civil en la dictadura, que la gente llama ley de memoria histórica.

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