INÉS AYALA | Eurodiputada de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas

"Almería es un gran ejemplo a imitar"

  • La parlamentaria asegura que "la construcción europea siempre encuentra el resquicio para seguir adelante y encontrar soluciones a aquellos aspectos más preocupantes"

Inés Ayala

Inés Ayala

Aragonesay licenciada en Filología Inglesa y Española Inés Ayala se enfrenta al último año de su tercera legislatura en el Parlamento Europeo con la misma ilusión con la que llegó a las instituciones europeas en los años 90. Su primer contacto con Europa fue como experta ante el Comité Económico y Social de la UE en la lucha contra la exclusión, después desempeñaría otras funciones hasta que en el año 2004 fue elegida por primera vez diputada al Parlamento Europeo.

Usted es una de las veteranas de su grupo, tres legislaturas como eurodiputada, ¿qué balance hace de su trabajo en el Parlamento Europeo?

La verdad es que han sido casi como tres vidas y a pesar de que se ha ido multiplicando el trabajo sigo teniendo el mismo entusiasmo. Hay siempre posibilidades de cambiar, de mejorar, de intentar acercar la práctica europea, de implementar medidas europeas, aunque es cierto que ha ido ascendiendo una imagen de lejanía de Europa.

Es curioso dice que hay más trabajo y sin embargo afirma también que hay una imagen de lejanía del trabajo en el Parlamento.

Sí, curiosamente en la práctica cotidiana nos encontramos cada vez con más peticiones, con más grupos de visita y con más demandas de temas muy específicos incluso alguno de ellos muy técnico. Es una situación un poco paradójica porque frente a ese marco en el que la ciudadanía se aleja de Europa es cuando más se está hablando de ella, cuando los ciudadanos están acudiendo más a nosotros para resolver problemas, ellos han entendido mucho antes que las instituciones o que las administraciones locales, regionales y nacionales que las decisiones de los 28 estados miembros les afectan de una manera muy directa.

Habla de 28 estados miembros pronto serán 27 con la salida de Reino Unido, ¿es el momento más difícil para la UE de los vividos por usted?

Ha habido crisis enormes, por ejemplo la crisis de la Constitución Europea cuando creíamos que todo iba a funcionar bien y no funcionó, ese fue también uno de los momentos críticos. Yo creo que la memoria es cada vez más corta y gracias a que están los medios para hacer de hemeroteca porque cada uno cree que su momento es el más crítico, el más importante o el más dramático.

Se dice que las crisis también pueden ser momentos para reinventarse.

Cada crisis es una enorme oportunidad para seguir avanzando, se hizo cuando no salió adelante la Constitución o durante la crisis económica, financiera y social cuando el euro estuvo a punto de perecer y con ello una gran parte de la credibilidad europea, sin embargo de aquel momento conseguimos una serie de instrumentos de control bancario, por ejemplo. Ahora el Brexit es otro momento crítico.

¿El tratado de Lisboa ya contemplaba esa posibilidad?

Así es, se abría la puerta a esta posibilidad precisamente se daba a entender que esto no era un paso adelante sin vuelta atrás sino que se intentó evitar ese miedo a que era algo irreversible. Pues bien se ha hecho reversible, otro tema es que el referéndum del Brexit se diera en el marco en el que se dio, sin las oportunas garantías como después se ha reconocido por todas las partes. El Brexit es un momento crítico, es una mala noticia para la construcción europea pero al mismo tiempo hay que aprovecharlo para avanzar. Sigo pensando que la construcción europea siempre encuentra el resquicio para seguir adelante y encontrar soluciones a aquellos aspectos más preocupantes. Este Parlamento tiene vida y tiene capacidad de reacción.

"El problema del Corredor Mediterráneo lo tenemos si Francia no programa la electrificación"

¿Quizás algunas de esas soluciones deban ir reflejadas en el nuevo presupuesto?

El presupuesto de la Unión Europea debe ser solidario y cohesivo. Tiene que ser lo suficientemente ambicioso como para ser creíble, ese es el primer desafío pero además hay que decir a los gobiernos de los estados miembros que la apuesta que hagan sea de futuro y no de pasado, yo creo que en algún momento hemos hecho una apuesta de pasado y así nos va. Es importante que tengamos en cuenta a los jóvenes, a las mujeres, a los que quieren venir a trabajar a la UE y que nos van a ayudar a que nuestra economía se siga desarrollando.

Precisamente de uno de los programas destinados a los jóvenes hemos hablado estas últimas semanas ya que un colegio de Almería, la Compañía de María, ha participado en el programa Euroscola.

Sí, mi enhorabuena a Almería y a la Compañía de María porque me parece un programa excelente. Hay una preparación en las escuelas donde hablan de los problemas europeos, los estudiantes junto con los profesores preparan lo que sería el rol de los jóvenes como representantes de sus países y con la problemática específica de la Unión Europea. Me parece un entrenamiento magnifico no solamente para familiarizarse con los temas que tienen que ver con la UE, sino también con la manera de cómo tratamos esos temas. Yo les digo a los jóvenes que hay muchos temas que tendrán que resolver ellos porque aunque ahora se estén poniendo encima de la mesa necesitarán años para ponerse en marcha, implementarse o mejorarse y Euroscola es un entrenamiento para que se familiaricen y quieran formar parte de las instituciones.

Usted forma parte de la comisión de Transportes y Turismo, ¿cuáles son los temas que han tratado últimamente?

Estamos inmersos en diferentes vías de trabajo una de ellas está en relación a los autobuses, el conocido como transporte por carretera de pasajeros, y ahí estamos intentando pasar el mensaje del modelo español que funciona relativamente bien, en el sentido de que cohesiona el territorio, los precios son asumibles y no tiene un gran impacto en el presupuesto de las administraciones.

Otra de las vías de trabajo o al menos otro de los puntos que se habrán abordado será el Corredor Mediterráneo.

Sí, es verdad que en el último presupuesto europeo se hizo un esfuerzo enorme para que entrase todo el corredor sabiendo que no solo necesitamos construirlo de los Pirineos hacia el Sur sino que había que tener en cuenta todos los territorios para que estuvieran vinculados de la mejor manera. Hemos visto que las infraestructuras han sufrido la congelación en estos últimos años y parece que ahora se sigue trabajando en este proyecto pero el problema del Corredor Mediterráneo lo tenemos en frontera si Francia no programa en su plan nacional la electrificación del otro lado no habrá manera de salir.

¿Y Europa que dice ante esta situación?

Es la gran contradicción que tenemos, el tratado europeo plantea que las políticas de transporte se hacen en común pero la aplicación de las redes transeuropeas se hace en bilateral, es decir que los estados miembros tienen que aceptar que las redes transeuropeas formen parte de su programación y ahora mismo eso no está bien coordinado. Una de las cosas que yo he pedido es que no se acepten los programas de aquellos países de tránsito que no hayan puesto en coordinación sus programas nacionales de inversiones en infraestructuras con lo que han firmado en Bruselas y ese sería el caso de Francia.

Hablaríamos entonces de un Corredor Mediterráneo inacabado.

Nos interesa que los estados miembros realicen esa programación nacional porque con esa descoordinación a lo mejor en España estamos muy bien con ancho europeo y con todas las plataformas puestas en marcha y con nuestros núcleos logísticos aeropuertos y puertos vinculados con ferrocarril pero nos podría faltar salir por la frontera pirenaica de una manera fácil, ágil y cotidiana.

Y en relación al segundo tema de su comisión: Turismo, ¿qué es lo que le preocupa actualmente?

El turismo en Europa padece de exceso de éxito y también se puede de morir de éxito. Es un sector que tenía una dinámica muy sostenible y como funcionaba muy bien no se tocaba. La pasada legislatura insistimos para que hubiera una línea presupuestaria específica y no fue así y ahora estamos viendo un modelo de turismo que no es sostenible, eso quizás lo podríamos haber evitado, pero nunca es tarde.

Hay que ponerse manos a la obra.

España como destino turístico está siendo un destino que ofrece todos los aspectos de mayor potencialidad, no solo la actual sino la futura. Es un desafío enorme pero hay que modernizarse, deberían ser capaces de mantener un crecimiento sostenible de la oferta turística pero siendo capaces de nuevas fórmulas, una diversificación mayor.

¿Almería debería ir hacia esa diversificación también?

Ahora mismo tiene la posibilidad de estudiarse a sí misma, hay valores añadidos que puede ofrecer que tienen que ver con sus puntos fuertes. Hay fórmulas de promoción de nuestros propios productos, por no hablar de la parte gastronómica, de la calidad de vida que hay en Almería. La calma de esta zona frente a otros destinos. Hay que dar ese valor añadido que es lo que la gente busca.

¿Buscar nuevos públicos?

Se están intentando relanzar modalidades diferentes para que, por ejemplo, las personas de la tercera edad de toda Europa viajen España donde tenemos sol, luz, seguridad, una comida estupenda y una calidad magnífica y también darles a los españoles la posibilidad de conocer otros destinos europeos, que sea un viaje de ida y vuelta.

Turismo y Transportes son sus competencias, pero ¿también habrá podido tratar el tema de la agricultura?

Cuando decimos desde el grupo socialista que necesitamos que España tenga una voz más fuerte en el ámbito europeo, nos referimos a que se defiendan las cosas buenas que España ha hecho en algunos de los sectores y están viéndose erosionadas en parte porque no hay una defensa suficiente. Deberíamos ser capaces de hacer campañas adecuadas para defender no solamente los productos sino los procesos, esa parte que otros saben vender muy bien y que nosotros solo reaccionamos cuando hay el ataque y no somos capaces de prevenir.

¿Cómo se consigue ese objetivo?

El gobierno debe apostar claramente por una política de ubicar personas en las instituciones europeas que sean capaces de hacer esa venta política y traer a Almería a personas para conocer todo lo que se está haciendo. Yo diría que es importante que haya una lluvia fina que permee todas las instituciones con las personas que sean capaces de explicar sin ruido todo lo bueno y Almería es uno de los modelos que en cualquier otro territorio mundial hubiera sido un ejemplo a imitar y vemos que en algunos casos se está poniendo en solfa.

Por sus palabras intuyo que conoce bien la problemática de Almería, supongo que también la habrá visitado.

Sí, es la tierra de donde nos vienen esos primores que buscamos desesperadamente en el Norte de Europa. Almería es una tierra que ha conseguido hacer un milagro dando trabajo e integrando a muchos inmigrantes de muchos lugares.

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