Almería

Almería se sube al tren

  • Medio millar de voces contra el abandono de las líneas ferroviarias de la provincia Los políticos se suman, los empresarios ausentes

La ciudadanía almeriense, harta y cabreada por la desesperante y pésima situación que atraviesa un sistema ferroviario que se ha ido desmantelando en los últimos treinta años sin que los partidos políticos y sus representantes en las administraciones levantaran la voz, ha dado un paso adelante con el que dejar atrás décadas de indolencia y sacar los colores a los que han permitido esta condena al ostracismo ferroviario. Primero con la puesta en marcha de una plataforma ciudadana y virtual Contra el Abandono de las Líneas Ferroviarias Almerienses, cuyas iniciales configuran el nombre de guerra CALIFAL -ya cuenta con más de 3.000 seguidores en las redes sociales-, después con la puesta en marcha de la Mesa del Ferrocarril, en la que se han ido integrando más de 40 colectivos y agentes sociales auspiciada por el sindicato Comisiones Obreras y con el referente de ASAFAL, y ahora con intenso calendario de movilizaciones con los que hacer público y notorio el malestar de una provincia maltratada por las administraciones públicas. Como no podía ser de otra forma, de la voluntad popular surgió el Pepito Grillo, esa voz interior llamada conciencia que no se contentará con anuncios ni falsas promesas sonrojando a los conformistas e indolentes, que han desactivado por el interés de sus partidos otros foros y mesas, para que se sientan incómodos por su falta de compromiso con la isla en la que se ha convertido Almería con un ferrocarril en vía muerta.

Ayer tuvo lugar la primera de las citas ineludibles con la calle, después de semanas de reuniones técnicas, de debates y grupos de trabajo, de miles de adhesiones a los manifiestos y el balance fue positivo. Medio millar de voces al grito de ¡Súbete al tren!, como reza el manifiesto aprobado por la Mesa del Ferrocarril, exigieron al Gobierno que invierta después de años de retroceso. El parque de la Estación, dónde se proyectó en su día el soterramiento integral de las vías antes de aparcarlo por la crisis, fue el escenario en el que se concentraron los almerienses para hacer visible su lucha contra la dinámica regresiva y más que preocupante del ferrocarril en la provincia. El coordinador, José Carlos Tejada, argumentó que se reivindica el cambio de rumbo de las políticas presupuestarias, con sus respectivos recortes, para las líneas del tren convencional de una "provincia olvidada" por los gobiernos de España. "Pedimos es una infraestructura ferroviaria digna, como las que tienen otras provincias del país, es hora de ir recuperando destinos y calidad del servicio", argumentó antes de que el periodista Miguel Cárceles procediera, con megáfono, a la lectura del manifiesto de la Mesa en el que se detalla que un buen servicio ferroviario generaría un impacto socioeconómico de casi un 7% del PIB almeriense. Si no se produce una notable mejora de las líneas a corto y medio plazo, la provincia estará condenada a una progresiva e inevitable pérdida de la competitividad respecto a otras zonas del país en las que la Alta Velocidad se ha consolidado, en detrimento siempre de los ejes de la economía provincial como el campo, el turismo y el mármol.

Los integrantes de la Mesa, al igual que las personas que se han adherido al manifiesto CALIFAL, echan en falta más autocrítica de los líderes políticos almerienses, sobre todo después de años de mínimas inversiones para la red ferroviaria y la llegada del AVE. Y parece ser que los representantes de la ciudadanía han recogido el guante y en los últimos días se han sumado mayoritariamente a las reivindicaciones. En la de ayer estuvieron, entre otros, los cuatro portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento, poco después del inicio de la concentración porque coincidió con un pleno, así como responsables de otras administraciones implicadas en las necesidades como la Junta, a través del delegado territorial de Fomento, y Autoridad Portuaria.

Precisamente el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, valoró, bajo una pancarta que solicitaba a los políticos que viajaran en tren, la necesidad de mejorar las líneas del ferrocarril más lento del país. Acompañado por sus concejales y sin separarse del socialista Juan Carlos Pérez Navas, el regidor quiso manifestar en público que, con independencia de quién esté al frente del Gobierno después de las próximas elecciones, hay que invertir y hacer mucho más para la mejora de las comunicaciones ferroviarias. También el senador del PSOE, que horas antes de la concentración se adhirió junto a sus concejales al manifiesto, hizo un alegato en defensa de un tren digno y criticó los años que se han perdido para la llegada de la Alta Velocidad tras una legislatura en blanco. Ayer todo eran apoyos, como los que protagonizaron en días antes en su visita los líderes andaluces de PSOE y PP, Susana Díaz y Juanma Moreno, si bien las elecciones están a la vuelta de la esquina y es fácil subirse al tren de las reivindicaciones después de años sin mover un sólo dedo. La siguiente cita, además de unas jornadas divulgativas, será el 27 de noviembre al convocarse una concentración por las calles de la ciudad. Pese a sumarse a la causa, los empresarios fueron los únicos ausentes en la primera protesta.

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