Solamente hacía falta pasear por los bares de Garrucha desde el día 15 al 24 de abril para darse cuenta de que la I Ruta de la Tapa organizada por el Ayuntamiento había sido todo un éxito. Los platos no paraban de salir de las cocinas hacia los comensales que, uno a uno, iban coleccionando en sus ruteros los sellos de los diferentes locales. Hasta un total de cuarenta templos gastronómicos han participado en esta primera ruta, que ya tiene confirmada una segunda edición.

No obstante, una vez que se han conocido las cifras finales, ese éxito que ya se vislumbraba se ha confirmado, y con creces. Según los datos que manejan en la Concejalía de Comercio, los ingresos directos procedentes únicamente de las tapas especiales de la ruta han rondado los 80.000 euros. Esto supone que por las mesas de los bares han pasado unas 20.000 tapas.

"De media, han vendido unas 500 o 600 tapas por bar, aunque algunos han llegado a superar los 2.000 platos", afirma la responsable de la Concejalía, Rocío Galindo. Los ingresos indirectos, del consumo generado por la ruta, aunque no exclusivamente de las tapas especiales, ha rondado los 200.000 euros, lo que supone una cantidad mayor que la de la pasada Semana Santa.

La tapa que ha conseguido hacerse con el primer premio ha sido el crujiente de creps relleno de bacalao y gambas sobre cama de puerro y mermelada de tomate, del Mesón del Pescador (La Trampa). Su gerente, José Manuel Martos, se mostraba orgulloso por el galardón, y reconocía que "hay gente que ha repetido hasta cinco veces la tapa". De su cocina salieron 1.900 unidades de esa obra culinaria.

Para Rocío Galindo, la ruta ha servido para "aunar a un sector que unido es más fuerte y debe convertirse en un referente en la comarca", además de para "romper la estacionalidad del turismo en el municipio".