Los viandantes no pueden cruzar por todos los pasos peatonales de la Rambla de Almería y están presentes la obras desde hace varias semanas, aunque la finalidad no es otra que la de ofrecer mejor calidad al tráfico rodado de la zona, según explicó ayer el primer edil de la capital, Luis Rogelio Rodríguez, en la visita que realizó a las obras del tercer carril de la Rambla en sentido descendente.

Las obras, iniciadas hace cerca de tres semanas, discurren en el tramo comprendido por las calles Santos Zárate, cerca del cuartel de la Policía Local, y la confluencia del Instituto Celia Viñas con la calle Rueda López.

El regidor almeriense resaltó que la circulación "será mucho más ágil, lo que contribuirá a desahogar una de las principales zonas de acceso al centro de la ciudad", que se prevé esté terminado para el próximo mes de julio.

Por otra parte, ya se encuentran abiertas las nuevas zonas peatonales de la calle Altamira, que también recibió ayer la visita de los responsables municipales, y se encuentran a la espera de que en un plazo de unas dos semanas concluyan definitivamente con la colocación de un conjunto escultórico. Según explicaron, la voluntad es la de ofrecer un mayor espacio de ocio a los vecinos.