Almería

Cristina 'La Veneno' vuelve con más fuerza que nuncaNace la Coral de Roquetas

  • Parece ser inmediato el retorno de la show-woman a la televisión en un programa nocturno de máxima audienciaEs un grupo de 50 aficionados formado tras las cenizas del coro de Santa Cecilia

Mucha gente se avergüenza cuando ella dice con la boca llena soy de Almería. A mí me parece una de las show-woman más grandes que ha dado la televisión y nadie se debe sentir molesto, es más, creo que la honra por estar orgullosa de la tierra donde ha nacido.

A estas alturas todo el mundo sabe que nació en Adra y se llamaba José Antonio. Lo que no conoce mucha gente es que siendo biológicamente un varón consiguió ganar un certamen de belleza. Se marchó a Madrid y siendo muy joven inició su transformación con excelentes resultados.

Ejerció la prostitución cierto tiempo hasta que el gran Pepe Navarro la descubrió cuando hacía un casting para el programa Esta noche cruzamos el Mississippi. Gracias a esta oportunidad consiguió grabar un single y obtener varios contratos. Se convirtió en lo que siempre había soñado, ser una vedette. Yo la conocí una noche en una discoteca de Madrid y les aseguro que la cara y el cuerpazo que tenía era digno de una Miss Venezuela por los menos.

Estos últimos años han sido tiempos difíciles para ella desde que ingresó en prisión. Lo ha pasado tan mal que ha tenido repercusiones físicas evidentes. De pesar 60 kilos ha pasado a 120, un gran aumento de talla.

Además del sobrepeso que sufrió, tuvo que raparse el pelo y vestir como un hombre, ya que ha tenido que cumplir condena en un módulo masculino. Fue tal su desesperación que llegó a pensar en quitarse la vida para escapar de ese infierno que le estaba marcando.

La Veneno estuvo en prisión por estafar al seguro quemando su propia casa. Su novio por aquel entonces fue quién la delató (menudo cabronazo, o qué legal, según se mire).

Sea como sea, me alegro un montón de que vuelva a estar entre nosotros en un programa de televisión, aunque ahora se parezca más a la Pantoja de Puerto Rico.

Si tenemos que aguantar las insufribles palizas de famosos la mar de sosos, a los hijos, a los cuñados, a las novias, a las amigas de las novias, a los ex de las ex de los hijos de... Por favor, ¿por qué no aguantar a la Veneno que al menos nos hace reír, con su vocabulario un tanto soez pero único? Una mujer con arte y gracia.

Dicen que la televisión tiene dos funciones: la de culturizar y la del entretenimiento. Creo que está claro por todos que no va ser nominada a los Premios Príncipe de Asturias por las letras pero lo de entretener lo hace a la perfección. Quizá por eso , merezca una segunda oportunidad. Todos la merecemos.

"Estamos aquí para cantar", es la frase pronunciada por Miguel Requena, director de la asociación, que resume la simple y llana filosofía de la Coral Ciudad de Roquetas de Mar, un grupo formado tras las cenizas de la desaparecida Coral Santa Cecilia y que a través de casi medio centenar de aficionados a cultivar las voces recoge las inquietudes artísticas y musicales de este colectivo, en el que abundan las mujeres, sopranos y contraltos, pero que está buscando más tenores y bajos, porque escasean las voces masculinas.

Ensayan los martes y los jueves a partir de las 20:00 horas en la Escuela de Música, Danza y Teatro de El Parador. Los martes el ensayo es más liviano y asisten menos coralistas, con hombres y mujeres por separado, pero los jueves hay casi pleno y se ocupan los puestos designados según las clases de cuerda, cual coro y orquesta sobre un escenario real, porque es el director de la asociación quien toma la batuta e incluso se dedican los minutos iniciales a estiramiento de musculatura, calentamiento de voces, ejercicios de relajación o técnicas de respiración y vocalización: todo un lujo de ensayo con monitora incluida, una joven llamada Inmaculada Hernández, encargada de la Técnica Vocal.

La Coral Ciudad de Roquetas de Mar acaba de echar a andar, tiene escasos meses de vida, todavía sólo es un bebé, por cierto un bebé con muchos tíos de Alemania, porque hay una buena colonia germana ensayando en sus filas. Hay que explicar que esta coral absorvió un grupo germano que vivía en la Urbanización roquetera. El próximo mes de Junio, ofrecerán su primer concierto en Roquetas de Mar.

Está dirigida artísticamente por José Manuel Jiménez, profesor de Composición del Conservatorio de Almería. "Hay madera, hay madera", resume orgulloso el maestro Jiménez, refiriéndose a sus cantarines pupilos, muchos de ellos jubilados y jubiladas, aunque también hay artistas más jóvenes entre ellos.

José Manuel Jiménez considera que el hecho de la internacionalidad del grupo "le enriquece, aunque hay siempre algunos inconvenientes para entendernos, pero no hay problemas porque todos hablamos el lenguaje de la música. Estamos abiertos a cualquier persona".

El primer trabajo que han tenido que hacer ha sido organizar las voces y las cuerdas, "logrando una cierta disciplina, respeto y actitud hacia el coro, con un aporte técnico muy sencillito, para ir formando lentamente bloques sólidos de voces, sobre todo con muy buen ambiente y trabajo a gusto", expresa José Manuel Jiménez.

Su juventud hace que los primeros objetivos sean pedagógicos para que el engranaje vaya funcionando y se esté elaborando un buen repertorio de temas "llevando siempre el nombre de Roquetas por delante", matiza Miguel Requena.

"Aprender a escucharnos para que luego el trabajo de dirección de José Manuel se pueda llevar por todos con la mejor productividad para que se esté preparado tanto en la voz como físicamente" es el objetivo del importante trabajo de técnica vocal que realiza Inmaculada Hernández, que ha comenzado de cero "ampliando tesituras, limpiando registros y sobre todo haciendo que la gente sea consciente del proceso que lleva el cantar y disfrutar con ello. Que cada uno sea consciente de su voz, reconocerla e integrarla", afirma quien semanalmente dirige a los coralistas como monitora en lo que puede parecer engañosamente 'clases de gimnasia de mantenimiento para personas mayores' a quien, desconociendo en realidad lo que hacen, abra de repente la puerta del ensayo un jueves sobre las ocho de la tarde, encontrando al grupo con estiramientos y aparentes bostezos como si acabaran de levantarse y fueran a desayunar. Nada más lejos de la realidad, van a cantar, y no precisamente bajo la ducha sino bajo la atenta mirada del director.

La experta en técnicas vocales defiende la importancia de su labor porque "al cantar trabajamos con nuestro cuerpo. Igual que un violinista utiliza su instrumento y debe sacar la mejor sonoridad, nosotros utilizamos la voz y no sólo está en funcionamiento la boca, que es lo que se ve, sino todo el cuerpo y toda nuestra caja de resonancia. Hay que activarlo al principio para encontrar el sonido que todos tenemos".

El maestro Jiménez, profesor de Composición del Conservatorio profesional, ha escrito obras para diversas agrupaciones, empezando como director de corales en su época de estudiante en Granada, "aunque ya colaboraba con Manuel Cruz en la antigua Coral de Roquetas cuando estaba en la Escuela de Música. Tengo cursillos de dirección y aunque mi técnica no es muy depurada logro que me entiendan todos, porque lo que quiero es transmitir música".

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