La Guardia Civil desarticuló un grupo organizado al que imputa al menos 45 robos perpetrados en viviendas de urbanizaciones costeras del Levante almeriense usadas como segunda residencia o destinadas al alquiler en vacaciones, y ha detenido a siete presuntos integrantes. La organización criminal, con una estructura jerarquiza y un reparto especializado de funciones, se dedicada exclusivamente a la comisión de estos asaltos en los municipios de Vera, Garrucha, Mojácar y Turre.

El grupo contaba con un líder que designaba aleatoriamente los objetivos y coordinaba todas las actividades delictivas de la organización y, a su vez, era el encargado, en principio, de guardar los objetos sustraídos para darles salida posteriormente. La organización tenía un supervisor que trasladaba a los cuatro ejecutores hasta su objetivo, además de desempeñar tareas de contravigilancia y ofrecer cobertura de seguridad para evitar ser sorprendidos durante la comisión de los robos.

El grupo hacía la vigilancia previa de los objetivos, recopilaba la información necesaria del inmueble y de sus propietarios. Para perpetrar el robo contaban además con formación, conocimientos y habilidades para desactivar sistemas de alarmas. La organización contaba con una persona encargada de receptar la práctica totalidad de los objetos sustraídos y que daba salida en el mercado ilícito de los objetos sustraídos que adquiría. La operación 'Palada' se inició en octubre de 2013 como resultado del análisis de una serie de robos cometidos en viviendas, situadas en urbanizaciones costeras de los municipios almerienses.