Almería

Detenida una mujer y su expareja por la muerte de un amigo hace un año

  • Enterró el cadáver en un solar a 30 metros de la chabola donde vivía, en El Zapillo

  • Hay un tercer arrestado por encubrimiento

La Guardia Civil durante el hallazgo del cadáver enterrado en El Zapillo.

La Guardia Civil durante el hallazgo del cadáver enterrado en El Zapillo. / opc

Agentes de la Guardia Civil de Alicante ha detenido a dos personas, una mujer de 51 años y su expareja de 53 años, ambos españoles, por la muerte de un vecino de Bigastro (Alicante) con el que presuntamente ella mantenía una relación sentimental y que llevaba desaparecido desde hacía un año por Almería. Además, hay un tercer detenido al que se le atribuye el encubrimiento de los hechos. Las detenciones se han practicado en el marco de la Operación Ballesta, iniciada a raíz de la denuncia de la madre del desaparecido, que puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil en septiembre de 2017, dos meses después de que no pudiera localizar a su hijo.

Los agentes han detenido a la mujer con la que la víctima supuestamente mantenía una relación sentimental y a la pareja anterior de ella como presuntos autores de un delito de homicidio doloso, en una operación de la que han destacado su "complejidad" por los detalles "generales" sobre el paradero del fallecido antes de su desaparición y por resultar "casi imposible ubicarle" y conocer a las personas "relacionadas con él".

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La Guardia Civil ha establecido el móvil de la muerte en una discusión por celos entre la antigua pareja de la mujer, que había salido de prisión, y la víctima, que recibió un golpe en la cabeza con un objeto contundente que le provocó la muerte. Según los agentes, no se produjo una pelea entre ambos sino que la víctima recibió una agresión con un golpe "directo".

La madre de la víctima denunció ante la Guardia Civil de Jacarilla (Alicante) en septiembre del año pasado que llevaba desde julio sin saber nada de su hijo, un español de 45 años, que se había ido a trabajar en 2013 a Almería y con el que mantenía contacto telefónico cada 15 días. Así, los agentes iniciaron una investigación sobre la que solo disponían de la identidad del hombre y de su número de teléfono, ya que no tenía identificado un domicilio en la capital almeriense, según ha precisado el teniente coronel de la Guardia Civil de Alicante, Francisco Poyato.

Con esos datos se inició una búsqueda a través de sus contactos telefónicos que permitió localizar a la mujer, con la que supuestamente había iniciado una relación sentimental, y cuyas llamadas se cortan a partir del 12 de julio de 2017. Además, la Guardia Civil ha afirmado que a partir del día siguiente, el 13 de julio, su teléfono aparece como "inoperativo". Los agentes cercaron la investigación a partir de estos hechos, que relacionaron con la denuncia presentada ante la Policía Nacional por un tercer hombre, en la que aseguraba que había sido amenazado de muerte por la mujer, que le había advertido de que sería enterrado en el mismo lugar que el Chiquitín, apodo de la víctima.

La detención de la mujer se produjo a finales de este pasado abril porque, según la Guardia Civil, al verse acorralada por la investigación solicitó una pala, para desenterrar el cadáver. La persona a la que solicitó esta herramienta, un lituano de 45 años, está detenida por un delito de encubrimiento. Tras ser detenida confesó la identidad del segundo supuesto autor de la muerte, una expareja suya, a la que apuntó como único autor tanto de la muerte como del enterramiento del vecino de Bigastro. El hombre fue localizado y detenido en Málaga y en su declaración aseguró que en la muerte y entierro de la víctima participaron los dos y, además, indicó exactamente el lugar donde estaba semienterrado el cuerpo, en un lugar de difícil acceso, a unos 30 metros de la vivienda de la detenida, en un solar del barrio almeriense de El Zapillo. Se está a la espera de los datos del ADN que confirmen que la identidad del fallecido. Además de la investigación por homicidio doloso, a los detenidos se les atribuyen otros dos delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, ya que en la casa de la detenida se encontraron 300 gramos de hachís y un revólver.

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