La retahíla judicial, polémicas por el diseño de la edificación, hallazgos de gran relevancia arqueológica y cambios de planes han convertido las obras del Mesón Gitano en una de las actuaciones municipales que mayor curiosidad despierta entre la ciudadanía y sobre la que más incógnitas existen en torno a esa natural y curiosa pregunta de qué habrá, o qué se podrá ver. A estas cuestiones dio cumplida respuesta la actual concejal del ramo, Ana Martínez Labella, en una visita preparada para los medios de comunicación en la que, entre otros anuncios, adelantó que la apertura de puertas al público del Mesón Gitano será el próximo año.

Aún queda mucho trabajo en el interior de este inmueble, si bien la fecha es, en opinión de la responsable del área de Fomento, factible, ya que actualmente el Ayuntamiento está trabajando en dos proyectos de forma paralela y, con la intención de cumplir objetivos, en el proceso para la licitación de la musealización está en marcha. También con ese propósito añadido de que todo el trabajo pendiente esté asentado sobre el mismo concepto de un edificio, cuya construcción fue iniciada con otra idea de usos, pero que, al aparecer el conjunto de viviendas de un poblado andalusí de los siglos XII y XIII, estará enfocado, principalmente, en ser el Centro de Interpretación. Por ello, como explicó Martínez Labella, obra, arqueología y musealización deben ir, como se dice de la mano, al objeto de conseguir una uniformidad y la consecución de nutrir a la ciudad de un nuevo atractivo patrimonial a los pies de la Alcazaba.

El poblado andalusí podrá contemplarse desde la planta superior

Ahora mismo, ha explicado la edil, se están ejecutando dos contratos distintos. Uno, para la puesta en valor de los restos arqueológicos que se encontraron en su momento en la zona del Mesón Gitano, y dos, para la adaptación del interior del edifico, incluida la pantalla vegetal de la fachada exterior que suavizará el impacto visual del Mesón.

Las obras "marchan bien", ha dicho Martínez Labella, que ha recordado que hubo una "ralentización" de la obra que ha necesitado la autorización correspondiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía "para actuar sobre esos restos arqueológicos" y dado que las dos actuaciones en marcha "han de ir acompasadas en el tiempo". "No se puede poner en valor los restos arqueológicos, si no está listo el interior del edificio. Se complementan una obra con la otra", ha insistido. A pesar del "cierto retraso", está previsto que en el primer trimestre del 2018 estén acabados estos trabajos "que constituyen la primera fase para la apertura del edificio con uso cultural", quedando pues pendiente la musealización del descubrimiento arqueológico.

El edificio cuenta con dos plantas: una superior, con el yacimiento; y una planta baja, donde estará la recepción de ese centro museográfico y que además servirá como punto informativo para el turismo. Aparte tiene una serie de salas multiusos anexas que pueden servir para conferencias, exposiciones o cualquier otra actividad que en un momento se pueda demandar, con la posibilidad anteriormente contemplada de escuelas taller.