Almería

Luis Rogelio defiende que dos días menos de Feria "no castigan a nadie"

  • El alcalde capitalino justifica la medida en el interés general de los almerienses

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, rechaza que la intención del equipo de Gobierno municipal sea la de "castigar" a los feriantes y caseteros del recinto ferial. En su ánimo, según ha afirmado, prevalece el interés general de los almerienses por mejorar la imagen de la fiesta grande.

"Sé que de la Feria viven muchas familias, de Almería y de fuera de Almería, pero no creo que estemos castigando a nadie", fueron las palabras textuales de Rodríguez-Comendador para añadir que "mi obligación como alcalde es gobernar para la mayoría de los almerienses". Cuenta, además, con el respaldo no sólo de su socio de Gobierno, Gial. También del segundo partido mayoritario socialista.

El regidor aclaró, por otro lado, que la reducción de la Feria de Almería no persigue erradicar el botellón. "Puede que me expresara mal en algún momento", afirmó el alcalde, quien, en declaraciones anteriores a este periódico justificaba el recorte de la Feria en la necesidad de reducir gastos a las arcas municipales por la crisis económica, que ha provocado un considerable descenso de los ingresos, sobre todo por vía de las solicitudes de licencia de obras.

Rodríguez-Comendador expresó su "preocupación" por el botellón, fenómeno para el cual están siendo evaluadas otras iniciativas, objeto de negociación con la asociación de hosteleros Ashal. "Hemos tomado las medidas oportunas -se están preparando actividades alternativas socioculturales- y seguiremos tomándolas para evitar lo que ocurrió el año pasado, porque creemos que supone una imagen muy negativa para la ciudad".

Una de las ideas que baraja el equipo de Gobierno es autorizar el consumo de bebidas alcohólicas en la calle en una zona preestablecida por el Ayuntamiento durante los días de Feria, una posibilidad que permite la Ley Antibotellón aprobada por la Junta de Andalucía el pasado año.

Desde colectivos sociales, como comerciantes del centro o los propios hosteleros, se han lanzado otras propuestas complementarias como exigir etiqueta y no permitir el uso de vestimentas como bañadores para ir a la Feria. El alcalde ha manifestado al respecto que "el Ayuntamiento no tiene capacidad para legislar sobre el atuendo de los ciudadanos, con independencia de mi opinión personal sobre determinadas formas de acudir a la Feria que no brillan precisamente por su elegancia", concluyó Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.

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