La polémica permanencia en el ministerio de Fomento de Magdalena Álvarez ha sido acogida con cierta satisfacción por los principales colectivos y agentes económicos y sociales de la provincia. Por los cajones de su despacho han pasado en los últimos cuatro años todos los avances de los proyectos más importantes para el futuro de la provincia: el soterramiento y la llegada del AVE.

Después de mucho tiempo de parálisis, Álvarez ha rescatado un proyecto que cambiará la ciudad sustancialmente y que ya cuenta, de momento, con el consenso de los partidos políticos y agentes sociales y económicos. De hecho, la ministra ya se plantó días antes de las elecciones en la ciudad con la intención de firmar el convenio con el Ayuntamiento de Almería, pero de momento se ha quedado en buenas intenciones que tendrá que plasmar en los próximos días. La llegada de la Alta Velocidad ha dejado de ser una utopía. Si antes no había nada, la infraestructura que sacará de su aislamiento a la provincia ya cuenta al menos con documentos. Se han aprobado los proyectos constructivos de tres de los tramos con Murcia e incluso el ADIF ha contratado la consultoría y asistencia para la cartografía en los tramos Vera-Lorca y Almería-Lucainena de las Torres. Según el PSOE, el AVE con Murcia es uno de los proyectos prioritarios del Ministerio de Fomento y en los presupuestos de 2008 ha dejado una partida de 107 millones de euros.

Otra de las infraestructuras que tienen que ver la luz con Álvarez a lo largo de la legislatura es la A-7. Su tramo entre Adra y Albuñol, que no se puedo inaugurar en su totalidad por seguridad ante la posibilidad de desprendimientos, debería ser abierto íntegramente al tráfico lo antes posible. El resto de tramos del litoral andaluz son todavía una barrera entre Cádiz, Málaga, Granada y Almería. De su departamento dependerá la mejora de las infraestructuras ferroviarias.