El lado oscuro de Almería

Operación MAMOLA

  • Treinta y nueve narcotraficantes y otras catorce personas, entre ellas agentes de seguridad, fueron imputadas en una de las operaciones antidroga más importantes de los últimos años en Almería

SE han cumplido cinco años de uno de los mayores golpes asestados al narcotráfico en Almería cuyo hecho ha quedado marcado en los anales de la Benemérita dadas las especiales circunstancias que rodearon la paciente intervención policial. Fue en Julio del año 2006. La Guardia Civil necesitó casi once meses de minucioso trabajo para cerrar la denominada operación 'Mamola', gracias a la cual fueron desarticuladas cinco redes de narcotraficantes que introducían hachís en la provincia de Almería utilizando barcos pesqueros. Los agentes del Instituto Armado detuvieron a un total de treinta y nueve narcotraficantes -tres de ellos guardias civiles-, e imputaron a otras catorce personas entre ellos otros cinco agentes y un guarda de seguridad por diversos delitos relacionados con el tráfico de sustancias prohibidas. Asimismo esta intervención policial posibilitó la incautación de unas veinte toneladas de resina de hachís, cuatro embarcaciones pesqueras, un camión, una furgoneta, once turismos de alta cilindrada y una motocicleta. Se recuperaron dos furgonetas y otro camión de alto tonelaje robados así como dos armas de fuego. Las investigaciones se desarrollaron desde el primer momento bajo la coordinación del Fiscal Especial Antidroga de Almería, con instrucción de la causa judicial por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vera.

En este caso los agentes implicados vieron mas rentable-así lo pensaron ellos- pasarse al otro lado de la ley aunque calcularon mal los riesgos o menospreciaron la profesionalidad y honradez de sus compañeros. Fue una perfecta combinación con los delincuentes que ponían sobre la mesa todos los elementos esenciales para cumplir impunemente sus propósitos. Una información vital que alimentó a los narcotraficantes para que Almería durante casi un año se convirtiera en un autentico oasis para llevar a cabo sus fines delictivos.

Desgraciadamente no ha sido éste el único caso de corrupción en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia, pero si ha sido sin genero de dudas el mas importante de todos en los últimos treinta años en que se viene luchando contra el narcotráfico y en donde se han visto implicados agentes de la autoridad. En la organización había individuos de distintas nacionalidades. Una autentica "alianza de civilizaciones". Delincuentes españoles, marroquíes, ucranianos, italianos y rusos, una constante de la nueva criminalidad, el denominado crimen organizado. Estos sujetos, además de introducir hachís por nuestras costas, solían en ocasiones robar a otras organizaciones que ya habían logrado introducir su mercancía, información que supuestamente facilitaban los guardias civiles imputados.

La "operación Mamola" empezó a finales del mes de septiembre de 2005, cuando los agentes dedicados a luchar contra el narcotráfico pudieron constatar el uso de embarcaciones pesqueras para introducir droga en nuestras costas, cargadas muchas veces en alta mar o aguas internacionales y evitar así sospechas y tratar de eludir el control del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) que blinda las costas almerienses utilizando muchas veces los puntos de "sombra" lejos del alcance entonces de los radares.

Comprobados los primeros datos, más tarde, los agentes constataron que los narcos estaban perfectamente organizados y jerarquizados, existiendo varios grupos y que contaban con el apoyo de varios guardias civiles. La primera detención se llevó a cabo en julio, en el puerto deportivo de Almerimar donde fueron detenidas seis personas y se incautaron de 8.358 kilogramos de hachís ocultos en la bodega del pesquero "Los Malaguetas" con base en el puerto de Carboneras. Era solo la punta del iceberg, ya que más tarde se produjeron nuevas detenciones, entre ellas las de los guardias civiles ique se encargaban de proporcionar seguridad a la organización. Un método poco usual que necesitaba muchos colaboradores, ya que una vez tierra- tras un previo paso por las guarderías- naves utilizadas para alojar los fardos de hachís- una vez "enfriado" el desembarco organizaban su distribución utilizando camiones frigoríficos o precintados rumbo a otros puntos del país, aunque principalmente a países de Centroeuropa.. Siguiendo el proceso la Guardia Civil tuvo conocimiento de la posible entrada de un alijo utilizando la embarcación pesquera denominada "Cati y Pedro", con base en Carboneras cuyo armador se encontraba bajo vigilancia. A mediados de agosto se verificó que esta embarcación zarpó de Águilas por lo que la Benemérita dispuso un operativo especial en el puerto de Almerimar donde dos guardias civiles proporcionaban seguridad a la organización. Tras entrar la embarcación en el puerto y atracar en uno de sus muelles, un camión-caja estacionó a su altura comenzó un trasiego de bultos de hachís desde la embarcación al camión, por lo que los agentes abortaron la operación. Fueron detenidos la tripulación, el conductor del camión, el personal de tierra, los organizadores, el armador del barco y los dos guardias civiles, procediéndose a la incautación de 9.400 kilos de hachís, dos barcos pesqueros y un camión. en el puerto deportivo de Almerimar-El Ejido, donde dos guardias civiles proporcionaban seguridad a la organización. Tras entrar la embarcación en el puerto y atracar en uno de sus muelles, un camión-caja estacionó a su altura y comenzó el trasvase del hachís desde la embarcación al camión, abortandose la operación. Fueron detenidos la tripulación, el conductor del camión, el personal de tierra, los organizadores, el armador del barco y los dos guardias civiles, incautandose de 9.400 kilos de hachís, dos barcos pesqueros y un camión. Las investigaciones en torno a este grupo permitieron conocer el transporte de una partida de droga en el barco pesquero "Juan y Joaquín", con base en el puerto de Almería. Tras un discreto dispositivo de vigilancia, los agentes detectaron en el mes de noviembre cómo arribaba dicha embarcación al puerto pesquero de Almería, en donde se abortó el alijo en el momento en que los fardos eran transbordados a un furgón. En esta ocasión se procedió a la detención de la tripulación y posteriormente de los organizadores del alijo. Asimismo, se incautaron 2.071 kilos de hachís, una embarcación y el furgón utilizado, que se encontraba sustraído. Tras varios meses controlando al grupo, en el mes de febrero fueron identificadas las personas responsables del mismo descubriéndose la planificación y coordinación de los alijos, la ubicación de los lugares y la determinación de las fechas en que los llevaban a efecto. Este grupo para la introducción y recepción de alijos utilizaba personas que les dieran seguridad y cobertura, formando parte de la red un vigilante de seguridad y un guardia civil. El resultado de esta fase de explotación fue la detención de cuatro personas de la organización, entre ellas el guardia civil, y la imputación de otras siete. La Autoridad Judicial procedió igualmente a la imputación de otras cuatro personas entre ellas dos guardias civiles por delitos de cohecho y omisión del deber de perseguir delitos A raíz de esta investigación, se detectó la actividad de varias personas procedentes del Magreb especializadas, entre otras actividades ilícitas, en la introducción de alijos por la costa y en la sustracción de alijos a otras organizaciones.

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