La noticia que ayer publicaba Diario de Almería en torno a la renuncia de la concejal popular del Ayuntamiento de Tíjola, Adoración García, no hacía más que confirmar lo que en las últimas semanas viene siendo un secreto a voces. Aunque oficialmente el alcalde de la localidad, Mario Padilla, argumente que han sido motivos personales los que han llevado a esta concejal a anunciar a sus compañeros que después de reyes presentará su renuncia oficialmente, otras voces hablan abiertamente de promesas incumplidas por parte del primer edil.

El portavoz de la oposición socialista en la localidad, José Francisco Carreño, que en la pasada legislatura vivió una situación similar como alcalde apenas unos días después de ganar las elecciones, habla abiertamente de los supuestos motivos; "Mario Padilla es muy amante de los refranes y los chascarrillos, así que le voy a decir que el que se ríe del mal del vecino, el suyo viene de camino. A Adora yo le diría que si finalmente renuncia y se va a su casa, es muy valiente, puesto que no le importan los comentarios que ya se están haciendo en el pueblo. Si lo hace será coherente, ya que si le prometió que si ganaban las elecciones la liberaría y ahora no lo hace, me imagino que no confía en él. Creo que se ha cometido una injusticia con ella, puesto que trabajó mucho durante los últimos años en la oposición y en la última campaña visitó infinidad de hogares para que el PP ganara las elecciones. Le han tomado el pelo desde su partido, y hoy no la tienen en cuenta" afirma Carreño que además extiende el malestar a otros concejales del equipo de gobierno y también entre vecinos de la localidad, "todos los días me para alguien y en muchos casos reconocen no haberme votado porque les ofreció trabajo a cambio de que le votaran. Y lo mismo sucede con el Presidente del PP de Tíjola, al que tampoco ha liberado. Mario quería ser alcalde a toda costa, y ahora como pueda o sepa, tendrá que solucionar este problema". En la misma línea y después de meses de silencio, Carreño advierte al actual alcalde, que "ser funcionario durante muchos años, no es lo mismo que gobernar un ayuntamiento. Hay que estar las veinticuatro horas disponible y escuchar a tus compañeros".