Almería

Prevé crecer a nivel interno y descarta integraciones a corto plazo

  • La caja consolida su liderazgo en financiación del agroalimentario, donde luce una cuota del 13,5%

"Entendemos el liderazgo sólo si aporta valor a su entorno y es capaz de dinamizar al resto de agentes económicos con los que se relaciona, generando un valor compartido, un beneficio recíproco que acaba repercutiendo en el conjunto de la sociedad. Esta es nuestra forma de ver y ejercer el liderazgo, forma parte de nuestra esencia y, en gran medida, es lo que nos hace distintos, y ante un horizonte donde cada día se valora más la banca ética y socialmente responsable, ha llegado el momento de visibilizar sin complejos lo que hacemos, entre otras cosas porque además de justo, lo vamos a necesitar para resaltar nuestro valor diferencial". Así lo destacó ayer el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, en su discurso de cierre de la asamblea, en el que recordó que la cooperativa de crédito almeriense "es una entidad distinta, que combina la eficiencia con el compromiso con sus clientes, que son, en la mayoría de los casos, también nuestros propietarios".

Baamonde también habló de futuro y anunció que seguirán trabajando con sentido de la anticipación, "ampliando horizontes, a nuestro ritmo y si bien no hay a corto plazo ninguna integración a la vista, sí les puedo asegurar que seguiremos manteniendo nuestras puertas abiertas, como lo hemos hecho hoy [por ayer] acogiendo a la Caja Rural de Albalat", apuntó, en referencia a la asamblea que celebró ayer esta entidad valenciana, en la que se aprobó su entrada en Cajamar.

En los últimos 8 años han desaparecido 70 entidades financieras en España, una oportunidad

"Mantendremos también nuestro crecimiento orgánico, sin descartar el aprovechamiento de las oportunidades que se puedan ofrecer en un mercado donde, sin duda, habrá más movimientos, pero sin poner en juego ni nuestra solvencia, ni nuestra especificidad y modelo de negocio", remarcó.

Asimismo, el presidente de la cooperativa de crédito almeriense abordó los retos que la entidad tiene ante sí, separándolos en dos tipos: normativos y de mercado. "Este año han entrado en vigor nuevas normas como MIFID II que nos ha exigido formar y acreditar a nuestra red para la realización de la labor de asesoramiento a clientes sobre instrumentos financieros. También ha entrado en vigor el pasado 1 de enero la norma IFRS9 que ha cambiado el esquema existente de provisiones por riesgo de crédito, pasando de un criterio de pérdida incurrida a un criterio de pérdida esperada. Esto ha supuesto un cambio radical que ha exigido a todo el sector financiero coberturas adicionales que han supuesto un impacto adicional en reservas que debemos recuperar", afirmó.

A pesar de todo, recordó las oportunidades a la vista, muchas de ellas, derivadas del reajuste del mapa bancario, "donde han desaparecido en nuestro país nada más y nada menos que 70 entidades financieras en los últimos ocho años y que han dejado a muchos clientes, empresas y particulares, sin su entidad de referencia", recordó. En este sentido, "desde la singularidad de nuestro modelo de banca social cooperativa, en este nuevo escenario, identificamos las claves del cambio para seguir aportando soluciones financieras adecuadas a las nuevas necesidades de nuestros socios, poniendo en valor nuestro capital cooperativo, y actualizando nuestro compromiso ético y social a través de nuestro decidido apoyo a la economía social, al sector agroalimentario y al desarrollo de los sectores productivos locales", matizó.

"En definitiva, cada año se plantean nuevos retos y nuevas oportunidades y por ello no hemos hecho otra cosa que fortalecernos, ya sea directamente o a través de nuestra Entidad de Cabecera, para poder afrontarlos con éxito sin dejar de ser lo que somos", concluyó.

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