Aunque no lo parezca, El Puche es un barrio nuevo. Su primera piedra apenas tiene cuarenta años (se construyó a finales de los 70). La población es joven. Hay zonas con un 30% de personas menores de 16 años como las calles María Tudor, Tangos o Romances). Sin embargo, su aspecto es envejecido. No se le ha prestado la atención requerida. Las administraciones avanzaron proyectos que se han cumplido escasamente y los impulsos sociales, casi en su mayoría, llegan desde dentro, a través de sus vecinos y de colectivos sin ánimo de lucro como Almería Acoge, tal y como lo refleja el último documental de la Asociación Cine Joven.

Durante el verano de 2014, un grupo de jóvenes de entre 12 y 16 años, apoyados por la Asociación Almería Acoge, rehabilitaron una pista deportiva que antes era una escombrera que se utilizaba para prácticas poco decorosas y era frecuentada por toxicómanos. "Estamos en el instituto pero no a todos nos gusta estudiar y a veces nos vamos a clase o no nos portamos bien, ahora sabemos que si queremos seguir participando en esta tarea tenemos que ir a clase y estudiar. Aquí hemos aprendido a utilizar herramientas y a trabajar duro para conseguir lo que deseamos", decían estos jóvenes en una conmovedora carta. Durante el tiempo de desuso de la pista, en ella se habían construido varias chabolas en su interior, el suelo contaba con decenas de agujeros, cristales y piedras, pues el recinto había sido utilizado casi como escombrera.

La Mesa Comunitaria o Almería Acoge diseñan junto a sus habitantes las estrategias

Para presentar el resultado, organizaron una tarde de convivencia y contaron con el apoyo de varios jugadores de la UD Almería.

El parque Garlochí también fue rehabilitado por los vecinos, aunque esta vez en conjunta de la Consejería de Fomento y Vivienda a través de los alumnos y profesorado de los colegios públicos El Puche, Josefina Baró y el IES Río Andarax; la Mesa Comunitaria El Puche y alumnado de Educación Social de la Universidad de Almería. En su proceso colaboraron más de 70 personas, bajo la coordinación de Domingo Paredes. El proyecto comenzó en el segundo semestre de 2012, dentro del proyecto para la rehabilitación del Puche.

En el verano de 2016 se creó una zona verde y de ocio en el centro infantil La Alcazaba de El Puche. La iniciativa fue ejecutada por el centro educativo y no hubiera sido factible sin la implicación del AMPA y diversas asociaciones. Alrededor de 40 personas participaron, entre ellas, la directora del centro, padres de alumnos, varias asociaciones y vecinos del barrio. La idea era realizar esta zona verde con materiales desechables, para ello, recogieron 2.000 neumáticos. Recortaron, limpiaron, pintaron y atornillaron las ruedas alrededor del terreno. La parcela cuenta con numerosos maceteros también hechos con neumáticos. Todos ellos pintados.