Todo llega a su tiempo. Y parece que ha llegado el momento de que abra sus puertas la Residencia de Gravemente Afectados de la Federación Almeriense de Personas con Discapacidad (FAAM), que ya cuenta con la autorización de funcionamiento de la Junta de Andalucía. Un documento que junto con la licencia de apertura, que el Ayuntamiento de la capital tiene casi ultimada, posibilitará que FAAM estrene instalaciones en el nuevo año 2018.

En un principio, las plazas que se van a ofertar tendrán carácter privado, a la espera del concierto de las mismas por parte de la Junta. Desde la Federación ya se tramitó la solicitud para el concierto de un total de 60 plazas de la residencia, además de otras 20 para la Unidad de Día de personas con discapacidad gravemente afectadas, que se encuentra en el mismo edificio y que lleva en funcionamiento desde el año 2014. El concierto de este tipo de plazas se hace más que necesario teniendo en cuenta que el coste mensual de una plaza en la Unidad de Estancias Diurnas de la Residencia de Personas con Dispacadidad Gravemente Afectadas es de 1.002 euros al mes. Y la plaza para la futura residencia es de 82,81 euros al día.

Este complejo para personas con discapacidad gravemente afectadas está ubicado en una zona privilegiada de capital de Almería, cercana a hospitales, a 50 metros de Universidad, playas y amplias zonas verdes. Esto permite trabajar conjuntamente con diferentes organismos e instituciones para la mejora constante de los servicios e intervenciones, también, fuera del contexto residencial. El centro dispone de 60 plazas en servicio de Atención Residencial y 40 en Servicio de Centro de día privadas y concertadas con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.

Tanto las plazas privadas como las concertadas tienen como destinatarios a personas con discapacidad gravemente afectadas, que necesiten ayuda de tercera persona para las actividades de la vida diaria; que tengan una edad comprendida entre los 16 y 65 años; y el reconocimiento de grado de dependencia, además del programa individualizado de atención (PIA). En este momento hay una treintena de personas en lista de espera para poder ocupar una de las plazas de esta residencia, si bien no todas podrán optar a una plaza privada por el coste de la misma. El resto tendrán que esperar hasta que la Junta las concierte.