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Richoly y el reloj del Ayuntamiento

  • Recordatorio. Este pasado martes se cumplió el 23º aniversario del fallecimiento en la capital del guitarrista y compositor José Fernández Campos "Richoly", gitano "cuchichí" nacido en Adra

Richoly y el reloj del Ayuntamiento

Richoly y el reloj del Ayuntamiento

A la espera de que Mª Carmen Rodríguez, clarinetista titular de la banda de música municipal, de a conocer su trabajo fin de carrera, desde esta Crónica creo oportuno recordar y homenajear la memoria del amigo Pepe Richoly; de quien el pasado martes de cumplían 23 años de su muerte. Generoso, inteligente y harto popular en la Almería de la segunda mitad del siglo XX, el guitarrista Richoly, el maestro Richoly, fue un "cuchichí" peculiar: de raza calé y un cuarterón de payo. Profesor, compositor e instrumentista, su música se escuchó en ambientes folclóricos y flamencos tanto como en los cenáculos "cultos".

José Fernández Campos nació en Adra en agosto de 1920 y falleció el 21 de marzo de 1995 en Almería. Su padre, Salvador, bandurrista excelentemente valorado en todo el Poniente y carnicero de profesión, trasladó el negocio a Berja cuando él contaba diez años. En la villa virgitana y en su pueblo natal hizo sus primeros pinitos artísticos, aunque de este periodo escasean documentos y testimonios. Al producirse el alzamiento militar rebelde de 1936, Richoly permaneció fiel a la República, lo que le valió condena e ingreso en franquistas: Santander y Valladolid; en esta, José Tesoro, igualmente preso político, fue su apoyo y valedor. En total ocho años de reclusión antes de regresar a Almería a la espera de penas mayores y tras los que regresó a Almería, donde a pesar del clima gris de posguerra se ganó a pulso el reconocimiento de una sociedad provinciana y mortecina. Tras conmutársele la pena vivió dos años en su Adra natal; sin embargo antes las pocas expectativas musicales que se le ofrecían, optó por fijar su residencia definitiva en la capital. Francisco Soriano, autor de "Adra, ciento veinticinco años de Música", señala que durante las temporadas de 1948/49 participó en la Orquesta Escámez en calidad de baterista.

TEATRO APOLO

Gracias al apoyo de Cristóbal López Lupiáñez, responsable de la Obra Sindical de Educación y Descanso, recaló en el Teatro Apolo -literalmente su casa durante un tiempo-, llegando a ser director y primer concertista del Grupo de Coros y Danzas. Con este -y el de Sección Femenina- recorrió España, Europa, América y África. Acompañó a cantaores flamencos locales, organizó rondallas escolares de pulso y púa y creó la Agrupación "Manuel de Falla". En calidad de concertista clásico, en su repertorio incluía partituras de Albéniz, Falla, Turina, Tárrega, Granados, Rodrigo, Rafael Barco, Bach, Schuman, etc. Su debut se produjo a comienzos de los cincuenta en la recién inaugurada Biblioteca Municipal "Francisco Villaespesa", de la mano de Celia Viñas Olivella (quien hizo de brillante presentadora) y Manolo del Águila. Años después el Ayuntamiento le impuso el escudo de Oro y, al fallecer, rotuló a su nombre una calle de la ciudad. Diputación le nombró Almeriense del Año y la Federación de Peñas Flamencas le homenajeó a título póstumo.

Tras el "Manuel de Falla", impulsó y comandó el Trío Richoly, incorporando a los hermanos Jesús y Francisco Luis Miranda, amigos y discípulos aventajados. Con ellos grabó dos discos de larga duración entre 1982 y 1989: Primero, Música para tres guitarras y Música Popular de Almería. A su entierro en la parroquial de Ciudad Jardín se ausentó la mayoría de sus autoproclamados admiradores y antiguos alumnos en la tienda-academia de calle Hernán Cortés. Del mundillo musical acudimos los hermanos Miranda, Luis Gázquez, Manuel del Águila, Pepe Sorroche... y pare usted de contar.

En 2005, coincidiendo con el 10ª aniversario de su desaparición, a instancias de la Asociación Cultural "Romeros de la Virgen del Mar" se le organizó un amplio programa de reconocimiento público. Entre ellos, la colocación de un busto en la plaza de la Administración Vieja de Hacienda, al lado del Ayuntamiento en el que tantos años trabajó como funcionario, junto a su buen amigo, y también guitarrista, Gabriel Amate. Actualmente el busto está depositado en el Museo de la Guitarra.

FANDANGUILLO

En el programa de Feria de 1981 leíamos: "Viernes 21, a la 20 horas: Inauguración oficial del reloj de la Casa Consistorial". A ésa hora, y mientras un miembro de la Comisión de Fiestas leía el Pregón, se escucharon las alegres notas del "Fandanguillo", de Gaspar Vivas. En días anteriores había sonado en sesiones de prueba.

Ya en el siglo XIX semanarios como El Caridemo reclamaban un reloj para la fachada principal del Ayuntamiento puesto que la ciudad sólo contaba con el de la torre catedralicia, no muy preciso y más tiempo fuera de servicio que en funcionamiento (más adelante rescataron el tampoco eficaz de la iglesia de san Sebastián). Centuria y media después, el alcalde Rafael Monterreal decidió su compra e instalación, aunque todavía se demoraría unos años. Fue en el primer mandato de Martínez Cabrejas cuando sonó por vez primera el carillón consistorial. Decidieron que el reloj fabricado y sonorizado en Roquetes (Tarragona) emitiese música popular, dudando entre el Fandanguillo o el Himno en honor de la Virgen del Mar, de Padilla/del Aguila, decantándose finalmente por el de Gaspar Vivas. Richoly reeditó una versión fiel del original; no obstante, su larga duración aconsejó eliminar la introducción y adaptar distintos pasajes melódicos para que sonase progresivamente cada cuarto, radiándose el estribillo completo al dar las horas.

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