La propuesta del Ayuntamiento de Almería de recortar la Feria del Mediodía y dejarla en cinco días, sin fines de semana, ha sido la gota que ha colmado el vaso en las relaciones entre el equipo de Gobierno y los hosteleros. La asociación Ashal ha plantado cara al Consistorio con el envío de un manifiesto de duro contenido, en el que los hosteleros "garantizan" que "habrá ocho días de Feria del Mediodía, con o sin el Ayuntamiento".

Ashal, que en su escrito lo primero que recuerda es que representa a la mayoría de los empresarios del sector, asegura "a los ciudadanos almerienses" que contarán con esos ocho días de Feria del Mediodía "de sábado a sábado, con instalaciones o sin ellas, pero con el firme compromiso de atender la demanda de la absoluta mayoría de los visitantes".

Si bien la supresión del último domingo de la Feria del Mediodía aplicada desde 2005 fue a propuesta de los hosteleros, el tijeretazo planteado ahora por el alcalde como medida para tener mayor control sobre los chiringuitos y paliar el fenómeno del botellón en las fiestas patronales le supondría al sector importantes pérdidas económicas. La junta directiva de Ashal manifiesta que "no está dispuesta a asumir las culpas de una mala organización o de la ineficaz gestión de los recursos públicos, y de todos los almerienses, que llevaron la imagen del macrobotellón en el que quedó convertida las tardes de feria en la capital".

Recuerdan al Ayuntamiento los hosteleros en este sentido que no ha atendido ninguna de las denuncias realizadas en los últimos años para controlar el fenómeno del botellón. Afirman que incluso están dispuestos a "asumir la tarea de regular aquello que el Gobierno local no es capaz de atajar", levantando actas notariales si fuera preciso de locales en los que se expendan los productos habituales de los botellones.

"Nosotros -prosigue el manifiesto- estamos perfectamente capacitados para arreglar los problemas relacionados con nuestra actividad, por lo que pedimos a las distintas áreas municipales que se apliquen la tarea hasta solucionar los problemas de su competencia, como lo son el orden público y la suciedad". Aseguran que la propuesta no les ha sido consultada, por lo que consideran que el Ayuntamiento de "motu propio" ha roto las relaciones con el sector y que ha traspasado "una línea que debe ser infranqueable, la del respeto a profesionales que portan mucho más que impuestos a la ciudad". Concluyen el manifiesto diciendo que "ningún ayuntamiento va a coartar el deseo de la ciudadanía mientras los hosteleros seamos hombres libres".