El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería, Juan Megino, ha sido uno de los protagonistas secundarios del encuentro digital realizado por Diego Asensio.

Ha sido así por dos polémicas que desde las últimas semanas vienen protagonizando muchos páginas dentro de los medios de comunicación: El Toyo y el nuevo Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almería.

Para el secretario general del PSOE de Almería, "El Toyo está agonizando cuando ni siquiera ha llegado a vivir su plenitud". Pese a tener un enclave modélico al estar situado en el balcón del Parque Natural de Cabo de Gata, Diego Asensio cree que "se está convirtiendo en un islote aislado alejado de Almería", motivado por la demora en la instalación de servicios públicos y de ocio por parte de la gestión municipal.

El déficit de la gestión pública municipal está poniendo en riesgo, según Asensio, la rentabilidad de los hoteleros, y está desaprovechando una oportunidad única para revitalizar la que debe ser la zona de mayor solera turística de Almería.

Respecto a las obras de la Plaza Vieja, Diego Asensio considera que "es otro ejemplo más de un ejercicio de irresponsabilidad política por parte del concejal de Urbanismo".

El arrendamiento del edificio de Hacienda, que cuesta 75.000 euros anuales, el alquiler de los edificios administrativos en Plaza Marín, que suponen 220.000 euros cada año. Y, precisamente, el alquiler de las dependencias de Urbanismo, que cuestan a todos los almerienses 388.600 euros todos los años, son algunos de los gastos que, según Asensio, se podrían suprimir si las obras de la Plaza Vieja finalizasen pronto, pese a lo que, sin embargo, "el señor Megino no tiene inconveniente en sugerir un parón en la obra porque no le gustan los colores de la madera". Y añade, "quizás él necesite un salón majestuoso, barroco, o tipo imperial, o crea que el salón de plenos le pertenece, porque tenga intenciones de perpetuarse en la historia".