Vélez Rubio

El calor de la primavera revive al Resucitado

  • El llanto y el luto han desaparecido y las calles velezanas se han llenado de la alegría

Un caluroso día de primavera ha recibido a Jesús Resucitado en Vélez Rubio, atrás han quedado las jornadas desapacibles de frío y viento, amaneciendo una mañana radiante. El llanto y el luto han desaparecido y las calles velezanas se han llenado de la alegría que contagia la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y de los Afligidos en este día en el que Cristo vence a la muerte.

Pasados unos minutos sobre las once de la mañana la cruz de guía iniciaba el cortejo desde el convento de la Purísima encabezado por la banda pequeña de la hermandad. Guardados en las casas han quedado los capirotes que tapan el rostro de los penitentes reflejando la alegría de la resurrección sobre todo en los más jóvenes. Las mantillas se han vuelto blancas, las manos de las mujeres ya no llevan cirios, sino flores blancas, sueñan cohetes porque Jesús el Nazareno ha resucitado. Llega el momento esperado, bajo el dintel de la puerta conventual, aparece radiante Cristo victorioso con los brazos abiertos abrazando al mundo sobre un trono de cedro real que realza la belleza de la imagen.

Las marchas de la Agrupación Musical de la Cofradía del Cristo del Perdón marcan el camino del paso del Resucitado enfilando su caminar por la Carrera del Mercado perdiéndose entre un mar de capas granates y mantillas blancas. Tras ellos, los mayordomos de la Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Tradicional Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y de los Afligidos y la Hermandad de la Santa y Vera Cruz y Sangre de Cristo seguidos de las autoridades encabezadas por el alcalde Miguel Martínez-Carlón cierran el cortejo.

Pero sin duda el punto álgido de la procesión se ha producido en una abarrotada plaza de la Encarnación, cientos de velezanos y foráneos no han querido perderse el encuentro entre María y su hijo resucitado. Del interior del templo parroquial sale la Virgen de la Esperanza llevada por sesenta horquilleros que lentamente va cruzando la plaza ante la mirada de cientos de ojos que esperan el momento del emotivo encuentro, la multitud ha roto en aplausos mientras se sueltan varias docenas de palomas blancas.

Tras el encuentro la procesión ha continuado camino del convento de la Inmaculada donde se ha encerrado pasadas las dos de la tarde. Los "porcelanos" ponen punto y final a la semana mayor velezana que destaca por la belleza de las imágenes y las procesiones además de la gran afluencia de público que han llenado Vélez Rubio.

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