Durante los primeros tres meses del año las cifras de accidentes mortales dan un respiro al marcador de fallecidos respecto al año pasado. Según la Subdelegación del Gobierno se han registrado 174 accidentes con víctimas, de ellos 11 mortales, con el resultado de 13 muertes.

Son datos que a pesar de ser más positivos que los del mismo periodo de 2007, aún son un problema agravado en la provincia y hacen las veces de titulares de portada en todos los medios de comunicación.

Las múltiples campañas de concienciación sobre el uso del cinturón y de los distintos dispositivos de seguridad parece que no dan el suficiente resultado. Las cifras hablan por sí solas, pues de una año para otro, las campañas se refuerzan y sólo se ha conseguido reducir la siniestralidad en un 19%. Es cierto que respecto a años anteriores las cifras son aún más positivas con una reducción de fallecidos del 61% respecto a 2006 y del 46% respecto a 2005.

Según la Subdelegación del Gobierno, en el caso de conductores y pasajeros nueve de los trece fallecidos no usaban los obligatorios sistemas de seguridad pasiva, sobre todo el cinturón o el casco.

La gran mayoría de los siniestros ocurrieron en carreteras de la red secundaria de la provincia. Por el contrario, en el casco urbano no se registró ningún accidente con víctimas mortales en los últimos meses.

A pesar de que las motocicletas siempre ocupan los primeros puestos en los accidentes de tráfico, en esta ocasión los turismos las superan con creces. De los 13 viajeros que perdieron la vida antes de llegar a su destino, 11 resultaron ser personas que viajaban en coche. Además, en esta ocasión, los peor parados han sido los conductores. Y es que de los fallecidos, 6 eran conductores, 4 pasajeros y 3 peatones.