L Ley de Costas

La "cervecita" en los chiringuitos de la playa, en peligro de extinción

  • Ayuntamiento y hosteleros se oponen a la propuesta de Costas de trasladarlos al Paseo Marítimo · Consideran que perderían su "encanto" al convertirse en restaurantes

El verano no sabe a tal sin el anuncio de La Casera y resulta insulso sin una cervecita en el chiringuito, un mundano placer éste que se encuentra en peligro de extinción. La aplicación de la Ley de Costas en la capital pone en jaque la permanencia de estos negocios de hostelería a pie de playa, cuyo futuro próximo para esta Semana Santa les depara otra ubicación, pero también otra tipología de establecimiento con la consiguiente pérdida de ese sabor a sal y a arena que caracteriza a la costa mediterránea.

La Subdelegación del Gobierno en Almería quiere que en abril las playas de la capital estén exentas de instalaciones, ocasionales o permanentes, que ocupen el dominio público -la zona para bañistas-, en cumplimiento de la orden emanada del Ministerio de Medio Ambiente y que está afectando a los 800 chiringuitos que refrescan las playas del litoral español. La directriz rescata la Ley de Costas, que no es, aunque lo parezca, nueva.

Fue aprobada en 1988 y, desde entonces, los chiringuitos han bailado entre la ilegalidad y el pseudo consentimiento basado en la vista gorda. "El Ayuntamiento nunca se ha querido hacer cargo de ellos porque sabíamos la situación en la que estaban, pero los propietarios han venido pagando cada año la tasa de ocupación de dominio público a Costas", señala la concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de la capital, Rafaela Abad, quien asegura no encontrar explicación a "esa directriz política cuando la opinión pública no quiere perder los chiringuitos en la arena".

Las iniciativas en el Congreso de los Diputados a favor de la legalización de los chiringuitos han chocado con la negativa del PSOE y cada ayuntamiento costero en estos dos últimos años han intentado cerrar acuerdos que, en algunos casos, han preservado la caña y la tapa sobre la arena.

En la capital, la concejal de Salud está abordando conversaciones con la Subdelegación y tiene sobre la mesa una propuesta de traslado no aceptable en su opinión. El subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, y el jefe del Servicio Provincial de Costas, Miguel Calleja, mantuvieron una reunión con la edil para ofrecerle una reubicación de los establecimientos en los ensanches del Paseo Marítimo, desde El Palmeral hacia levante. En El Ejido, por ejemplo, el traslado ha sido aceptado.

"Se trata de acercar el mar al chiringuito y no al revés". Es la filosofía de este proyecto que, aunque aleja pocos metros el establecimiento de su ubicación actual, existe el convencimiento generalizado de que provocará también un cambio en su tipología. La edil del Ayuntamiento es muy clara en este sentido: "Sacarlos diez metros más arriba es romper ese encanto de poderte tomar una caña en bañador, sin necesidad de vestirse o de calzarse. Eso la gente no lo quiere."

La preocupación alcanza también al sector turístico, ya que se considera al chiringuito uno de los atractivos de las playas almerienses. Abad advierte que la postura municipal seguirá siendo la defensa del establecimiento sobre la arena, situado bajo los muros del Paseo Marítimo. La edil apela al mismo artículo 64 de la Ley de Costas que el Gobierno aplica. "Ese artículo dice que preferentemente se deben de retirar, cuando exista espacio posible". Es la excepción que ha salvado a chiringuitos de municipios como Aguadulce y por la que pelea también el Ayuntamiento de Roquetas de Mar.

Por el momento, los técnicos municipales están realizando mediciones de las ubicaciones propuestas en el Paseo Marítimo, cuyos ensanches tienen que tener espacio suficiente para los nuevos establecimientos de 150 metros sin suponer obstáculo a los viandantes. Todavía no ha habido un pronunciamiento oficial al respecto, aunque la concejal sigue agarrada a la excepcionalidad que han negociado otros ciudades. "La Ley lo permite, no estamos hablando de saltárnosla y está para ser interpretada sin olvidar el atractivo turístico para Almería. ¿Por qué sí en otras ciudades y aquí no? Que cumplan la Ley con el Algarrobico, porque no hay derecho", sentenció Rafaela Abad.

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