Lleva ya unas semanas al frente de la Policía Nacional en Almería pero no ha sido hasta este lunes que el nuevo comisario provincial, Rafael Madrona, ha tomado posesión del cargo. Y "padrinos" no le han faltado, pues estuvo arropado por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el director general de la Policía, German López, el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca y el jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Jorge Manuel Martí.

Madrona lo tiene claro y sus primeras palabras, tras los habituales agradecimientos, fueron para renovar su "compromiso personal" con la seguridad pública a través de un servicio "eficaz y eficiente"; un propósito que lo llevó a reclamar "esfuerzo y dedicación" a la plantilla de más de 600 agentes bajo sus órdenes.

Presión migratoria, cibercriminalidad, yihadismo, parte de las claves de su discurso

No se olvidó de citar algunos de los principales retos sobrevenidos como consecuencia de la globalización, tales como las presiones migratorias, la cibercriminalidad y el terrorismo, "sobre todo el yihadista". Mantuvo que en este contexto la seguridad debe llegar también en Almería a las víctimas de la violencia de género, a los mayores y discapacitados, a los niños y zonas escolares; a las zonas de ocio y fiestas patronales "como con las que me he estrenado" en la capital almeriense.

"No podemos olvidar el crimen organizado, la trata de seres humanos, la cibecriminalidad y el terrorismo yihadista que nos obliga a aumentar la seguridad para evitar lo que ha ocurrido, desgraciadamente, hace poco en nuestra España y en los países del entorno", afirmó Madrona, quien abogó por colaborar y "aunar fuerzas" con la Guardia Civil y las policías locales poniéndose a su "entera disposición", así como con los fiscales, jueces y magistrados y el resto de la sociedad civil.

"Me conduciré por los valores que mis padres me inculcaron", aseguró el comisario, quien agradeció a su mujer e hijos el esfuerzo realizado para que él pudiese desarrollar su carrera profesional.

A él lo siguió el delegado Antonio Sanz, quien destacó "el esfuerzo" y "la gran labor" que realiza el Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Guardia Civil y las ONG para "salvar vidas y prestar asistencia a los inmigrantes que llegan en pateras, actuando siempre con respeto y espíritu de solidaridad" y "salvaguardando, al mismo tiempo, las fronteras españolas y europeas". Según los datos facilitados por el delegado, en lo que va de año han llegado a la costa de Almería un total de 3.223 inmigrantes, lo que supone un aumento del 236 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado y requiere "un gran esfuerzo" por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Salvamento Marítimo y las ONG.

En otro orden de cosas, agradeció la contribución de la Policía nacional a la mejora de la tasa de criminalidad, que en el primer semestre de 2017 se ha situado en Almería en 42,9 delitos por cada mil habitantes, la más baja de la última década, mientras que las infracciones penales continuaron su tendencia a la baja, con una reducción del 2,8 por ciento respecto al primer semestre del año pasado.

Sanz afirmó que la Policía Nacional y la Guardia Civil están entre "los mejores cuerpos policiales del mundo", con una "acreditada experiencia en la lucha antiterrorista" que "es para todos nosotros un aval y una garantía frente al terrorismo yihadista", y expresó su satisfacción por "la eficacia y la inmediatez con las que los ayuntamientos han respondido a las sugerencias e indicaciones realizadas por la Policía Nacional a petición del ministro del Interior y de la Mesa del pacto de Estado Antiterrorista"