María Pérez es alcaldesa de Los Gallardos desde el año 2003. Es una mujer casada, amante de la naturaleza, de la familia, amiga de sus amigos, a sus 41 años está llevando a cabo una labor de remodelación del municipio desde el sillón de la presidencia.

-¿Desayuno español, continental o con diamantes?

- Desayuno español, pero sigo haciendo un desayuno español-infantil: leche con Cola Cao.

-¿Cuándo dejó de creer en los cuentos, María?

- Hace muy poquito tiempo, hace muy poquitos años.

-¿Qué juego de cartas le tira más: el mus, la brisca, o el tute?

-La brisca

-¿Recuerda que hacía cuando murió el General Franco?

-Estaba en el colegio y evidentemente no me enteré de nada y cuando llegue a mi casa, no sé como explicar esto para que nadie se sienta herido, pero en mi había alegría y en mi familia se respiraba un ambiente distinto.

-Seguramente recuerda cual es la flor del naranjo.

-El azahar. Recuerdo la flor y además su olor y, sobre todo en nuestra zona aunque por desgracia cada vez hay menos. Pero es un aroma que impregna toda nuestra zona.

-¿Las mujeres tienen una costilla más o una costilla menos que los hombres?.

-Las mismas, igualdad

-¿Hay algo que le altere profundamente?

-Me altera la falta de respeto, la incoherencia, pero, sobre todo, la falta de respeto, la ignorancia que a veces también puede ser muy grave, ¿no? El hecho de que una persona, en un momento dado, ignore algo y pretenda llevar toda la razón y no escuche es muy ofensivo

-¿Los lunáticos son los que han perdido la olla o los habitantes de la luna?.

-Fíjate, que a los lunáticos los considero gente maravillosa, los que han perdido la olla y podemos decir que soñadores, y también los posibles habitantes de la luna.

-Un crucero, visitar las Cataratas del Niágara o un safari en Kenia ¿qué elige?

-Hacer un safari en Kenia.

-¿Qué cosa que a usted le interese, le importe, puede esperar hasta que las ranas críen pelo? .

-Puede sonar a utopía, no voy a decir vivir en paz, porque supongo que es lo que todo el mundo contestaría, pero que en todo el ser humano existiera tolerancia, es lo que he dicho antes, que todo el mundo nos respetáramos, que esa envidia, ese odio a veces entre amigos, entre la propia familia, que son incomprensibles, no me importaría esperar para que eso llegara algún día. Por esta razón esperaría hasta que las ranas críen pelo.