A los "tiempos de los tatarabuelos", afirma Martín Berbel, uno de los organizadores de la feria de ganado de Albox, se remonta esta cita de hoy con los que, por gusto o por negocio, se acercan cada año para encontrar entre las unidades de equinos el que más se adapte a sus preferencias.

Desde los padres que buscan el poni para sus hijos hasta los ganaderos que quieren comprar o vender los mejores ejemplares, se reúnen alrededor de doscientas personas paseando y observando el ganado que, atado a los remolques o los camiones, o bien dentro del vallado que se levanta para la ocasión, espera pacientemente a cambiar de dueño o volver con el de costumbre.

A los ganaderos albojenses se suman los llegados desde diversos puntos de la provincia e incluso de fuera de ella, como Guadix, Baza o Puerto Lumbreras.

Este evento, a cargo de la Asociación Amigos del Caballo-Valle del Almanzora, nunca ha faltado en el calendario festivo de Albox y en él está el origen de la Feria de Todos los Santos que se celebra en estos primeros días de noviembre, y en la que antiguamente se comerciaba sobre todo con burros y mulas, entre los que sobresale en las últimas décadas la elegancia del caballo.

Además, hay otras actividades que se enmarcan en la feria de compraventa de ganado, como la carrera de cintas a caballo, un vistoso espectáculo de corte tradicional.