Política

La vieja guardia socialista y el último bastión del sanchismo

  • Los militantes de la capital mantienen su respaldo a Fernando Martínez pese a la consigna de la dirección provincial

  • La pírrica victoria hace peligrar la estabilidad de los últimos cuatro años

A Fernando Martínez no le salían las cuentas un día antes de votar y a Juan Carlos Pérez Navas con el inicio del recuento. El portavoz del Grupo Municipal Socialista suele fijarse muy bien en el sentido de las primeras veinte papeletas para vaticinar lo que ocurrirá al cierre de la mesa. Y no debió ser un buen arqueo porque le cambió la cara. A lo largo de la tarde se le podía ver exultante, casi pletórico durante la fiesta de la democracia interna de la Agrupación Municipal, pero la noche se hizo larga y su rostro, al igual que el de integrantes de su candidatura, como la presidenta de la Autoridad Portuaria Carmen Ortiz o la diputada Sonia Ferrer, se tornó a cariacontecidos. El rodillo susanista, con todo el aparato de la Junta de Andalucía movilizando a a la militancia, apuntaba alto, de ahí que el propio exalcalde, desde el miércoles reelegido líder de los socialistas en la capital, no tuviera nada clara días antes la respuesta de la bases. Pero la vieja guardia nunca falla y en una batalla contra la corriente oficial ha convertido a la organización de la capital en el principal bastión del sanchismo en Andalucía.

Ni la lluvia ni el frío, ni las altas horas de la votación -se prolongó hasta cerca de las once- ni mucho menos el tenso recuento impidió que los históricos del socialismo en la ciudad, los de siempre, una legión de jubilados y profesionales del mundo académico y sindical sin ataduras institucionales, se plantaran en el salón Mojácar del hotel Tryp Indalo para revertir lo que parecía crónica de una muerte anunciada, la de la continuidad de Fernando Martínez al frente de la Agrupación. Por apenas 19 votos ha conseguido mantener un pulso contra el susanismo y renovar el proyecto político que ha venido implementado desde el 29 de abril de 2013 sobre el nuevo programa que emana del Congreso Federal en el que resucitó el liderazgo de Pedro Sánchez. Una victoria por la mínima, pírrica por sólo un 51% del electorado que se movilizó en la asamblea extraordinaria, lo que hace pronosticar que van a llegar tiempos revueltos con intentonas permanentes de desestabilización y reconquista de la Agrupación de los susanistas. El historiador y su núcleo duro son conscientes de la que se avecina y en la intervención ante los militantes congregados en el hotel, nada más ser proclamado como secretario general al filo de la medianoche, lanzó un mensaje, entiéndase como ruego o plegaria, de unidad y cese de las hostilidades, al menos en los términos actuales, aún sabiendo que la guerra no había hecho nada más que comenzar.

Cuando aún no se conocía el resultado, más allá de lo competido que iba a resultar, decidió estar en una sala aparte junto a su fiel escudero en todo este tiempo de sanchismo, el edil Indalecio Gutiérrez. Allí se quedó con sus notas y alertas del móvil, mientras una legión susanista escoltaba a Pérez Navas en las primeras filas del salón Mojácar frente a la mesa presidida por Antonio Ruano. Y concluyó el recuento y uno de los jóvenes de su ejecutiva, Juanfra Colomina, corría a avisarle. Sólo 19 votos los separaban, más que suficientes para resoplar y realizar una entrada triunfal entre vítores y abrazos. Los rivales en las urnas también se sumaron a la ovación sin importar la tensión vivida en los días previos. Delegados de la Junta como Miguel Ángel Tortosa y otros cargos de la administración regional arroparon al perdedor en todo momento porque la derrota no siempre es huérfana y tuvieron el gesto de aguantar estoicamente el discurso conciliador del único almeriense con un puesto en la ejecutiva de Pedro Sánchez al que avisaron horas más tarde. Foto de familia de Fernando Martínez y su candidatura de medio centenar de personas y unas cervezas en el bar de la esquina cuando ya dormían en casa los susanistas y también la vieja guardia socialista, una activo de avanzada edad que ha querido subirse al carro de la regeneración democrática y empoderamiento de la militancia.

"Los socialistas de corazón, los de siempre, han querido estar con nosotros", comentaba uno de los secretarios ejecutivos de la nueva agrupación. Detrás de la victoria son muchas horas de trabajo, más aún cuando conocieron que Pérez Navas les iba a plantar batalla. El senador ya vivió una división en el Grupo Municipal que preside con las primarias federales y después en las provinciales y nuevamente ha vuelto a exponer al equipo a una fricción que conlleva la difícil convivencia que siempre niegan. Cinco estaban con Pérez Navas y cuatro con el exalcalde, de forma que la legislatura restante va a ser entretenida, sobre todo cuando se empiece a trabajar en la próxima candidatura. Los que mantienen las riendas de la agrupación harán una propuesta acorde con lo que quiere la militancia y difícil encaje tendrán los que hasta el miércoles daban la espalda al sanchismo. A partir de ahora se buscará a cada paso la normalización de la que ha sido casa de los líos, sobre todo en anteriores legislaturas, para que no vuelva a las andadas. Y ahí el empeño de Fernando Martínez es baldío si Susana Díaz no le ayuda.

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