El Teatro Auditorio Ciudad de Vícar fue el escenario elegido para celebrar el Día Mundial de la Mujer Rural. Bajo el lema Mujeres Rurales: motor para la plena igualdad se conmemoró el trabajo que muchas mujeres desarrollan cada día en este sector.

En el edificio, que recientemente ha sido premiado como uno de los más bellos del mundo, no cabía un alfiler. Más de 400 personas asistieron para escuchar el discurso de los invitados, que antes de comenzar pidieron un minuto de silencio por la última muerte de una mujer ejidense en Motril por violencia de género.

El primero en tomar la palabra fue el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, que insistió en reconocer el papel histórico que la mujer ha tenido en el mundo rural. "Hay que poner en valor el esfuerzo y la partipipación de las mujeres en el campo y los invernaderos, ya queellas han sido ese motor de cambio en Vícar y Andalucía", comentó Bonilla.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, destacó la labor de los ayuntamientos y del órgano provincial que encabeza, para acercar la igualdad de oportunidades a las mujeres en los ámbitos rurales. Asimismo, Usero reconoció que " las muejeres sufren con frecuencia las consecuencias de la falta de igualdad tanto en el ámbito familiar como en el trabajo".

El consejero de Agricultura y Pesca, Martin Soler, insistió en la labor que "venimos haciendo con propuestas para eliminar las desigualdades que todavía existen. Así se puede facilitar que haya una presencia más activa de la mujer en todos los temas de desarrollo rural".

La última en intervenir fue la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, que centró su discurso en el apoyo a las mujeres de las zonas rurales para evitar así la despoblación. "Si las mujeres no encuentran un empleo de calidad en el territorio donde viven, emigran y si lo hacen los territorios se quedan desiertos", apostilló Navarro.

Con las palabras de la consejera jiennense, se cerró el acto, donde la mujer rural se pudo sentir más protagonista que nunca.