LaentrevistaJAVI LÓPEZ Eurodiputado de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas

"La industria agroalimentaria en Almería es un cañón"

  • "El Corredor Mediterráneo es una pieza fundamental para el desarrollo económico del país"

  • "Andalucía tiene muchísimo turismo británico y habrá que pensar cómo se protege tras el Brexit"

Nacióen Madrid pero con sólo tres años se trasladó a Barcelona, ahora vive con preocupación y perspectiva todos los acontecimientos políticos que se están desarrollando en Cataluña. En la Eurocámara ha tenido su primer puesto en la política activa, trabajo al que se ha dedicado en los últimos cuatro años, cuando llegó en julio de 2014 tenía 28 años y asumió, entre otras, las competencias de la comisión de Empleo y Asuntos Sociales de la delegación socialista española.

Cuando llegó al Parlamento Europeo era el eurodiputado más joven de la delegación española, ¿ha sido una ventaja o un inconveniente?

Recuperar el optimismo en el futuro es condición indispensable para recuperar la confianza"

Es cierto que la gente que procede de la política nacional viene con experiencia acumulada pero también con apriorismos y en mi caso este ha sido mi primer cargo público. Llegué sin condicionantes y lo cierto es que con el tiempo te das cuenta de que aquí es muy importante la referencia que tenga cada uno de su papel porque es un Parlamento donde la autonomía del diputado es muy relevante y a uno le acaban valorando por lo que hace y por lo que dice y no por la edad que tiene.

¿Ha encontrado aquello que creía que era esta institución?

En este sentido tengo una mezcla de sentimientos porque yo conocía desde el punto de vista académico la construcción de la UE pero es cierto que cuando llegas a conocerlo por dentro las cosas funcionan de manera diferente. Me ha parecido un trabajo muy estimulante incluso más estimulante de lo que podía pensar, es cierto que durante los últimos años la Unión Europea a ojos de mucha gente se ha convertido en una especie de herramienta fría de la globalización.

¿Y no es así?

Aquí hay mucha actividad, pasan todos los grandes debates internacionales, buena parte de la diplomacia, los primeros ministros que contribuyen a estos debates pero también es cierto que hay ocasiones en las que puede ser frustrante el trabajo que uno hace. La democracia europea es muy consensual, se basa en llegar acuerdos no solo entre familias políticas sino también entre instituciones, lo que hace que todo sea lento.

Entonces, ¿podemos decir que para usted es un trabajo estimulante pero lento?

Sí, como anécdota recuerdo que cuando le dije a mi madre que me venía a trabajar al Parlamento Europeo, ella me preguntó asombrada que por qué venía si nunca pasaba nada y la verdad es que durante estos últimos 3 años en mi vida ha pasado de todo. Hemos vivido unas negociaciones con Grecia de infarto, una crisis de refugiados, hemos visto el primer referéndum de salida de la Unión y ahora estamos negociando la salida de un país y luego hemos visto también atentados terroristas en toda Europa y algunos en Bruselas, así que para ser un sitio donde no pasaban cosas ha pasado de todo.

¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?

Poder estar contribuyendo a aquello que quería hacer. El Parlamento es muy especializado y yo venía con la idea de poder trabajar para el ámbito social y combatir la desigualdad y estoy muy contento de que el Parlamento Europeo haya aprobado un informe contra la desigualdad.

Y ¿su mayor frustración?

Quizás sea la lentitud en las respuestas a las crisis. Por ejemplo el tiempo que hemos tardado en acabar con una política de austeridad que sabíamos que era errónea, en parte que la economía española haya crecido en los últimos 2 o 3 años es porque la UE ha dejado de apretar tanto. A veces tienes esa sensación de impotencia ante los incendios porque como he dicho son instituciones lentas que no se manejan bien con los incendios.

¿Es también esa sensación la que tiene con el tema de Cataluña?

Los últimos meses en Cataluña ha sido como una olla a presión porque ha acabado siendo un debate hiperemocional, plagado de sentimientos, de pasiones, lejos un poco de la racionalidad. Yo lo he visto con un poco de perspectiva y preocupado. Democracia y estado de derecho van de la mano dentro de la UE y no se podrá saltar por encima de la ley y menos aún para violentar la integridad territorial de un estado miembro. Todo ello desde el reconocimiento de la pluralidad y la diversidad europea como un activo.

¿Usted ve una solución?

Yo diría que es una reforma federal de la Constitución pero la solución está en primer lugar en respetar las reglas que garanticen la convivencia y las reglas son las leyes que hemos votado, incluida la Constitución, en segundo término hacer de nuestra diversidad un activo y no una amenaza y por último en Cataluña nosotros tenemos una propuesta de la reforma de la Constitución pero yo diría que sería bueno que España de alguna forma estuviera más presente en Cataluña y que Cataluña estuviera más presente en España.

Una de sus preocupaciones cuando llegó al Parlamento Europeo era luchar contra las desigualdades, ¿ha avanzado en este tema?

Sí, hemos aprobado un informe del que yo he sido ponente con el elocuente título: "El combate contra la desigualdad como palanca para el crecimiento y la creación de puestos de trabajo". Es muy importante porque este informe marca como prioridad para la UE el combate contra la desigualdad. Hemos aprendido, entre otros, que el problema no es solo la pobreza sino una distribución muy desigual de la riqueza y concentraciones que yo diría obscenas. Los actuales niveles de desigualdad están dañando nuestro potencial económico. Hay que tratar muchos temas relacionados con el estado de bienestar, como hacemos que el mercado laboral continúe funcionando porque está lleno de bajos salarios, precariedad y también como luchamos por la igualdad de género.

¿La brecha salarial entre hombres y mujeres?

Sí, es un problema gravísimo, al paso que vamos ahora los cálculos dicen que tardaríamos 100 años en conseguir la paridad del mismo sueldo por el mismo trabajo, eso es evidentemente inaceptable. Tenemos también el ámbito de la digitalización, el comercio internacional, sabemos que genera beneficios pero se reparten muy mal.

Algo que le inquietaba al llegar a esta institución era el acceso a la vivienda.

Es algo gravísimo especialmente para nuestra generación, durante los últimos tres años ha habido una subida muy fuerte del precio del alquiler de las viviendas en las grandes ciudades y vuelve a crecer el precio de la vivienda. Si los salarios han acabado muy dañados después de estos años, aún es más difícil acceder a la vivienda y hay que poder crear políticas para acceder a ella.

Sin embargo la vivienda es una competencia de los estados miembros.

La UE no puede hacer viviendas de protección oficial pero puede señalar que hay un problema de acceso a la vivienda y que necesitamos de intervención pública. Las administraciones deben hacer parque de vivienda público y dar ayuda para las personas más vulnerables y que puedan hacer frente al pago de la vivienda. No hace falta que lo haga la UE pero debemos aprender de quien lo hace bien.

¿En la comisión de Empleo también tratarán la precariedad laboral?

El desempleo en España está disminuyendo, algo que nos alegra a todos pero el precio que estamos pagando en esa disminución es un aumento de la precariedad laboral. Hay que pensar hoy como continuamos creando empleo especialmente en un momento en el que Europa vuelve a crecer, pero no sólo podemos crear empleo hay que hacerlo de calidad y cuando digo de calidad, simplemente digo que te permita generar una vida con una cierta estabilidad y una cierta dignidad y eso es el debate actual de cómo no solo disminuimos el desempleo sino mejoramos la calidad del trabajo.

Precisamente cuando se habla del turismo se habla de la calidad del trabajo.

El turismo es una fuente de riqueza increíble, hay que reconocer que durante los últimos años ha sido uno de los sectores motor del crecimiento económico y hay que alegrarse por ello, pero además debemos hacer un par de cosas: repartir bien los beneficios que genera y limitar el impacto sobre el territorio y la población. Una de las cosas que estamos debatiendo aquí durante el último año es la regulación de la economía colaborativa y las plataformas tecnologías que se dedican al alquiler de apartamentos. Otro de los temas que estamos discutiendo es cuál va a ser nuestra relación con Gran Bretaña después de su salida. Andalucía tiene muchísimo turismo británico y habrá que pensar cómo se protege tras el Brexit.

Otro de los temas que preocupa a Almería es la agricultura.

La mitad del presupuesto europeo está dedicado a ayudas a la agricultura a nivel europeo. La industria agroalimentaria en Cataluña y Almería es un cañón, es una parte muy importante de nuestra economía. Nosotros ahora estamos discutiendo el nuevo presupuesto europeo y una de las prioridades que tenemos como delegación española del PSOE es mantener las ayudas a la agricultura española en el nuevo presupuesto plurianual.

Una agricultura que además de ayudas necesita el Corredor Mediterráneo.

Es una pieza fundamental para el desarrollo económico del país en el futuro, es importante tanto para Andalucía, Valencia, Murcia o Cataluña porque nos va a permitir aumentar la exportación al extranjero, una logística más ágil, más rápida y más comercio entre nuestras regiones. No tiene ningún tipo de lógica que la costa del levante español donde se concentra la mayoría de la producción industrial y buena parte de la economía española no tenga una línea ferroviaria para conectarse con el resto de Europa. Es cierto que la UE ha hecho su trabajo aquí que es marcar la línea como prioritaria en el mapa de infraestructuras europeas pero lo cierto es que durante los últimos años, y ya llevamos más de 5 años de gobierno de Rajoy, esto ha sido relegado a un lugar sin ninguna prioridad.

Le queda poco más de un año para que acabe la legislatura, ¿qué le gustaría conseguir?

La comisión de Empleo y Asuntos Sociales tiene dos grandes temas legislativos que va a discutir, uno es la creación de una autoridad de inspección laboral europea, algo muy interesante para combatir un poco el fraude de ley, desde el trabajo en negro a los falsos autónomos hay una larga lista de cosas que se podrían hacer, y luego una renovación de la directiva que marca los derechos que tenemos derivados de los contratos laborales por escrito. Me gustaría, además, que el optimismo que se vive en Bruselas no sea algo de los dirigentes europeos sino que sea algo de la población. Porque esto funciona si existe el lazo invisible entre la ciudadanía y el proyecto de integración europea y eso se ha dañado durante estos años de crisis, así que recuperar el optimismo en el futuro es condición indispensable para recuperar la confianza en las instituciones europeas.

¿Se ve en su segunda legislatura en el Parlamento Europeo?

Todavía queda tiempo. El PSC hizo primarias para escoger su candidato y el partido volverá hacer un proceso de este tipo. Ahora estoy centrado en hacer bien mi trabajo, creo que es razonable tener una cierta estabilidad y hay que ser capaces de compaginar renovación con estabilidad especialmente en el ámbito europeo. Vine con 28 años y sí tengo energía para continuar haciendo cosas, pero el partido tiene su proceso de decisiones.

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