El Ayuntamiento tiene previsto cambiar el alumbrado público con el fin de adaptar las farolas a los nuevos tiempos y aprovechará la ocasión para buscar una iluminación que contribuya al ahorro energético. Así, lo ha asegurado el alcalde de la localidad, el municipalista Guillermo Mesas, que ya ha encargado un estudio de necesidades a una empresa con este fin.

Como ha explicado Mesas, "buena parte del cableado se ha quedado obsoleto ya que hace más de treinta años que no se acomete una obra eléctrica en algunas calles por lo que se hace necesario una nueva instalación, más segura y que mejore la imagen del pueblo". Por otro lado, las farolas de brazo mural "no sólo se han quedado viejas sino que suponen un problema dada su altura y cambiar la bombilla era especialmente dificultoso para los operarios encargados de esta tarea".

De esta manera, se está elaborando un proyecto para mejorar la iluminación de las calles, sustituir las viejas farolas por otras nuevas de fundición, más modernas y cómodas de operar que funcionen con bombillas de bajo consumo, e incluso ampliar los puntos de luz en ciertas calles como vienen demandando algunos vecinos. En total, junto a la modificación del cableado, se estima que se van a sustituir más de cien farolas además de las que se instalarán donde ahora no había.