Los grupos municipales del PSOE e IULV-CA en el Ayuntamiento de Almería pidieron hoy al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), que busque "alternativas" antes de efectuar una "drástica" reducción de la feria del mediodía, que, según su propuesta, pretende acortar a las cinco jornadas coincidentes con los días laborables.

Así lo han revelado los portavoces municipales de PSOE e IU, José Antonio Amate y Diego Cervantes, quienes coinciden en que es el Ayuntamiento el que tiene que trabajar para que los servicios públicos y las opciones de ocio funcionen durante los días de la feria en honor a la Virgen del Mar, ya que no por reducir el número de días se evitará, tal como señaló el primer edil, que el centro de la ciudad se convierta en un "macrobotellón".

Amate, que dijo no negarse a una disminución de los días de feria, vio sin embargo "incongruente" que Rodríguez-Comendador pretenda celebrar la feria de la noche de sábado a sábado y la del mediodía de lunes a viernes y sentenció que el 'botellón' no se va a reducir con esta medida.

En su opinión, el Ayuntamiento debe "velar" por que la feria del mediodía sea «digna» y porque los turistas que acuden a las fiestas, que se celebran a finales de agosto, no se lleven la imagen de una ciudad "ruidosa" y llena de "gente bebida", sino que resulte "atractiva" tanto para los visitantes como para los vecinos.

El portavoz socialista abogó por establecer unos horarios de cierre que permitan también el descanso de los vecinos y autorizar que los «buenos bares de tapas» de la capital puedan sacar a la calle terrazas y veladores de forma que ellos mismos se ocupen de la limpieza, ya que, a su juicio, los recintos que se instalan en el Paseo acumulan "suciedad" y "malos olores".

Por último indicó que su grupo está analizando la propuesta del alcalde y que contactará con todos los sectores implicados, desde las asociaciones vecinales a los feriantes y los hosteleros, para portar al equipo de gobierno una propuesta propia en la reunión prevista para el próximo martes.

En la misma línea, el portavoz de IULV-CA en el Consistorio capitalino defendió que «la feria es de todos» y pidió al primer edil que consulte también a todos los afectados, como los propietarios de negocios, a los que les «interesa» la celebración, y los feriantes, para los que constituye su modo de vida.

Cervantes, al igual que Amate, apostó por "compatibilizar" la diversión con el descanso y la limpieza y por fijar unos horarios que faciliten "la convivencia de todos".