Los examinadores de tráfico estuvieron casi medio año de huelga. Reclamaban mejoras en sus condiciones laborales. Eso provocó un colapso en las listas de esperas de aquellas personas que pretendían acceder a una prueba. En total, hubo un remanente de más de 3.000. Pero, según Rafael Villegas, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Almería (ASOPROAL), la situación se está normalizando. "Ya vamos acortando días, entrando casi en la secuencia de examen por semana, que era la frecuencia en condiciones normales. Aunque ya al no existir cupo por profesor, depende de los exámenes que presente la jefatura y de su capacidad", agrega. Villegas detalla que el atasco que había casi se va a normalizar. "Hemos tenido la suerte de que casi durante el periodo que hemos estado de huelga, ha habido un incremento de tres examinadores. Dentro de lo que cabe, podemos estar satisfechos".

En su momento, las autoescuelas de Almería cifraron en un millón de euros los daños causados por la huelga de examinadores. En su momento se contabilizaron un total de 2.442 exámenes menos con respecto a 2016, por lo que las diferentes autoescuelas dejaron de impartir unas 26.000 clases prácticas. Eso supuso que tuvieran que cerrar media docena de empresas.

El sector cifró las pérdidas ocasionadas por valor más de un millón de euros

La drástica caída de los ingresos estuvo motivada por la pérdida de alumnos ante la falta de los exámenes y eso ha hecho también que muchas empresas hayan tenido que despedir profesores al no poder atender el pago de sus nóminas.

En su momento, la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería explicó que entre junio a octubre del año pasado, coincidiendo con la huelga de examinadores, realizó un total de 12.957 exámenes "a pesar de los paro parciales" de tres días laborales del colectivo, de forma que el total de estas pruebas se corresponde con 5.536 exámenes prácticos de conducir y 7.401 exámenes teóricos.

España ha perdido casi un 20% de los examinadores de tráfico en cerca de una década. Es decir, desde 2009, la plantilla de los trabajadores encargados de evaluar las habilidades de quienes quieren sacarse el carné de conducir se ha reducido una quinta parte.