Las calles de Almería tiemblan cada primero de julio. Cientos e incluso podríamos decir que miles de personas se echan a la calle, sin temerle a las altas temperaturas, encaminadas a realizar una de las actividades preferidas por todos: comprar en las rebajas.

Los trabajadores de las tiendas se afanaban la noche del día 30 en terminar de ordenar la ropa y colocarla de la forma más estratégica para favorecer su venta, sin embargo, conforme pasaban las horas, las prendas se amontonaban desordenadas, en los suelos, dentro de un tremendo caos, en el que es bastante difícil encontrar la prenda deseada.

Hay todo tipo de compradores, desde los más jóvenes, que aprovechan la oportunidad que les brindan estos descuentos para comprar aquellos caprichos que en otra época del año no podrían darse, hasta aquellos otros, más mayores, que se han encontrado con sorpresa los importantes descuentos que durante los próximos dos meses ofrecerán los comercios almerienses.

Y es que, la búsqueda de soluciones para fomentar las ventas, a pesar de lo ajustados que se encuentran muchos bolsillos, ha hecho que durante estas rebajas se encuentren descuentos superiores, en algunos de los casos al 50%.

La suculencia de estas rebajas ha hecho que durante el primer día muchos de los comerciantes hayan visto superados sus malos augurios y que hayan recibido con alegría ventas que, según declaran, "no suelen ser menores a los 30 euros por cada cliente".

Han comenzado días duros de trabajo, mucho desorden y mucha atención ante los cacos, y es que, pese a los importantes descuentos de estas rebajas, todavía hay muchos que parecen no estar dispuestos a pagar nada por sus compras.