Almería

El puerto, un trampolín de droga destinada al mercado negro

  • En lo que va de año la Guardia Civil ha instruido 13 atestados y 8 actas de incautaciones de sustancias estupefacientes · Cada vez se introduce menos mercancía por esta zona y han cambiado las formas

El puerto de Almería no sólo es una de las puertas de entrada más importantes del país para los inmigrantes magrebíes y tránsito de mercancías desde Marruecos. También es un punto estratégico en la ruta del tráfico de drogas, en su mayoría de cannabis, más conocido como hachís.

De acuerdo con las investigaciones y las actuaciones llevadas a cabo por agentes de la Guardia Civil del Puerto, en el último año se intervinieron hasta 667,96 kilos de hachís. Pero la Sección Fiscal del Puerto de Almería también se aprehendió de 28,79 gramos de marihuana y algo más de 0,58 gramos de cocaína.

Las instalaciones del puerto han sido utilizadas por decenas de narcotraficantes que se dedican al trasiego de estas sustancias ilícitas. Incluso la Benemérita detuvo a una mujer que utilizó a sus dos hijas menores de edad para pasar la droga desde Nador hasta Almería. Llevaban el estupefaciente oculto en el equipaje de las pequeñas para que durante el control rutinario de personas y equipajes pasara desapercibido.

En lo que va de año, las cifras de aprehensiones de droga en el puerto superan con creces a las del año anterior. Tan sólo hay que enfrentar el número de actas y atestados de los primeros tres meses con el total de 2007. La Sección Fiscal del Puerto instruyó 13 atestados y ocho actas en relación a la droga incautada, de un total de 31 atestados y ocho actas. Frente a esto, el año pasado se instruyeron 13 atestados y 18 actas referidas a intervenciones de droga, de un total de 94 atestados y otras 94 actas instruidas por diferentes hechos o infracciones.

El puerto se ha convertido en un enlace para hacer llegar la droga a otras partes de España. Un trampolín para enviar sus cargamentos al mercado negro y que dependiendo de la cantidad, podrían obtenerse elevadas sumas de dinero. La realidad es que tanto nuestro país, como la provincia se ha convertido en un interesante escenario para los narcotraficantes. Los datos son inequívocos y las cifras hablan por sí solas.

De acuerdo con los últimos estudios sobre narcotráfico marítimo, los puertos que manejan volúmenes significativos de cargamento corren el riesgo de ser explotados y utilizados por las organizaciones de contrabando de drogas. Y es que el puerto puede servir de punto de entrada y salida de sustancias ilícitas, por lo que son lugares que requieren de una especial atención por parte de las autoridades del orden público.

Sin embargo, las aprehensiones de droga en las instalaciones portuarias han mermado en los últimos años, según indicaron a este periódico desde la Comandancia de la Guardia Civil . Parece que los traficantes ya no se arriesgan a pasar la droga por lugares que están especialmente controlados, como es el embarque y desembarque de un ferry. El SIVE ha hecho efecto estampida, y los traficantes introducen la droga ahora por otras zonas como Murcia.

Los traficantes de drogas también utilizan buques de contenedores comerciales y de carga y transporte marítimo no comercial, entre ellos barcos de pesca, embarcaciones de recreo y las llamadas lanchas rápidas.

No obstante, quizá lo curioso de esta actividad ilícita no sea la cantidad de droga incautada por los agentes, sino las miles de artimañas que utilizan para pasar de forma desapercibida los estupefacientes.

Camuflan la sustancia en lugares insospechados como pueden ser latas de refresco, cajas de galletas o dobles fondos de vehículos, maletas y zapatos. En sólo dos meses, la Guardia Civil se ha aprehendido de casi dos kilos de hachís de dos traficantes que intentaron pasar la droga en las suelas de sus zapatos. Los globos de colores también han formado parte de la historia del tráfico de estupefacientes en el puerto en estos tres meses. Aunque sin duda, lo más espectacular por las formas quizá sea el convertir las pastillas de hachís, del tamaño de una pastilla de avecrem, en pastelitos recubiertos de azúcar glaseado. Otra forma que se ha puesto de moda, según se desprende de las últimas aprehensiones de la Guardia Civil, es adherirse al cuerpo con cinta aislante las tabletas. Unas en forma de faja y otras como si fueran espinilleras.

En el caso particular de la cocaína, la suelen empaquetar en cajas de quesitos, latas de refresco, paquetes de tabaco o incluso dentro de los teléfonos móviles.

El tráfico de personas es otra de las artimañas más sorprendentes. Como muestra un botón. La Guardia Civil sorprendió a un magrebí que viajó desde Nador oculto en la guantera de un coche. Al llegar a Almería, el vehículo no pasó el control de desembarco y localizaron a un individuo en la guantera. Había sido preparada para tal fin en talleres que se dedican a este tipo de trabajos .

La mayoría de los decomisos han sido golpes de suerte de la autoridad, no producto de investigaciones. Fruto de controles rutinarios de personas y equipajes.

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