Una mujer de origen subsahariano dio ayer a luz a su bebé a bordo de la patera en la que intentaba tocar tierra almeriense. Poco antes de que la embarcación de Salvamento Marítimo llegara para proceder al rescate, la joven parió a un niño ante la atenta mirada del resto de inmigrantes que habían emprendido la aventura desde África.

"Estaba tumbada y con el recién nacido al lado, aún con el cordón umbilical sin cortar y sangrando", explicó a Diario de Almería el capitán de la embarcación Guardamar Caliope de Salvamento Marítimo, Nicolás Uribarren, que fue, junto con su tripulación, el primero en prestarle auxilio. Después, el médico y un enfermero de un buque de la Armada que estaba en la zona continuaron con la atención facultativa. "Cortaron el cordón umbilical y constataron que el estado de salud de la madre y del bebé era bueno", como explicó a este periódico el capitán, al tiempo que aseguró que el rescate de esta patera ha sido "muy distinto" al resto de los que ha vivido, y también "más complicado que la mayoría". "Cuando nos hemos aproximado lo primero que nos ha llamado la atención es que había muchos bebés a bordo, y cuando ya habíamos iniciado el trasbordo nos hemos dado cuenta de que una mujer acababa de parir. Rápidamente le hemos dado la atención que buenamente hemos podido, hasta la llegada del médico", describe aún emocionado el capitán, quien confirmó el sexo del bebé, un varón.

Uribarren insistió en que "estas situaciones son bastante difíciles, porque no sólo hay que atender a las mujeres con sus hijos, sino que el resto de personas también viene bastante maltrechas y agotadas por la travesía, por lo que lo primero es ponerlos a todos a salvo".

Con un viento que soplaba con rachas de más de 80 kilómetros por hora, sobre las ocho y media de la tarde, personal de Cruz Roja, agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y de la Policía Portuaria esperaban con ambulancias en la zona internacional del puerto para ayudar en el desembarco.

A duras penas iban bajando los inmigrantes. Los voluntarios de Cruz Roja los arropaban con mantas, temblorosos y agarrotados, algunos con evidentes síntomas de hipotermia que les impedían andar. La organización tras recibir el aviso fue "rápida", como indicó Ramón Antonio Egea, que ayer coordinó el dispositivo de Respuesta Inmediata en Emergencias de Cruz Roja.

Mientras, facultativos en una ambulancia del 061 atendían a la recién parida y a su hijo, que rápidamente fueron trasladados al hospital Torrecárdenas, donde aún permanecen ingresados. El resto de mujeres con sus bebés fueron evacuadas a urgencias en ambulancias de Cruz Roja pilotadas por voluntarios. También los furgones del Cuerpo Nacional de Policía sirvieron para realizar los traslados del resto de los inmigrantes que fueron rescatados de la embarcación neumática.

La reciente madre viajaba  junto a otros 50 inmigrantes, entre ellos cinco niños de menos de tres años de edad y otras tres mujeres en avanzado estado de gestación. Según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno, a las 11:49 horas, Salvamento Marítimo ya tenía constancia a través de un aviso  de la Armada Española del avistamiento de una patera por parte de un helicóptero de un buque de guerra francés. El Helimer 204 localizó la embarcación y permaneció en sus inmediaciones hasta que la Guardamar llegó y comenzó el rescate.

Es la cruda realidad, la estampa que describe a la perfección que la esperanza no tiene fronteras y que para alcanzar un mundo mejor están dispuestos a arriesgar sus vidas hasta el extremo.