Almería

Una sustancia desconocida seca más de 300 naranjos en una finca de Benahadux

  • El Seprona investiga la procedencia de este vertido, que puede tratarse de un residuo industrial y que ha afectado a un terreno de 6.000 metros cuadrados

Más de 300 naranjos secos y 6.000 metros de terreno recubiertos por una sustancia semejante al chapapote. Este es el balance del desastre ecológico que ha afectado a una finca de Benahadux. Las causas del incidente se desconocen, ya que los propietarios no entienden de dónde puede provenir esta "maldita" sustancia que ha acabado con árboles que tenían más de 50 años.

Emilio López, yerno de la propietaria de la finca, fue el que se encontró este "pastel" el pasado 6 de abril. "Llegué por la mañana para ver cómo estaba la finca. De repente, vi que había mal olor y entonces me acerqué al lugar por donde entraba el agua y sólo había porquería, unos olores pésimos. Era un auténtico chapapote y todo estaba asqueroso", reconoce Emilio, con resignación.

Los naranjos de la finca, a la que tuvo acceso Diario de Almería, están totalmente secos. Muchos de ellos parecen como si hubieran sido quemados. Después de un mes de que los vertidos inundaran estos terrenos benaducenses, los hedores todavía invaden la finca.

"Además, estuve después unos días angustiado y malo, con muchas ganas de vomitar", manifiesta López, quien añade que "esto no es sólo problema que afecta a la agricultura sino que es también una cuestión sanitaria, sino que podía haber sido peor de lo que es porque si me resbalo en ese momento o cualquier niño juega con ese agua nos hubiera pasado algo peor que a los árboles".

Los afectados, consternados por los hechos, se dirigieron al Ayuntamiento para pedir asesoramiento a las autoridades locales.

El consistorio informó a los afectados de que tenían que informar al Seprona. Los agentes de esta unidad de la Guardia Civil visitaron la finca para verificar los daños. "Los agentes nos dijeron que estos árboles son irrecuperables ya", comenta Miguel Rodríguez, uno de los hijos de la propietaria de la finca.

El Seprona está estudiando este caso para cuantificar las pérdidas y, sobre todo, para esclarecer la procedencia de estos residuos que han aniquilado estos árboles frutales. La diferencia entre la zona de la finca afectada y de las áreas a las que no llegaron los residuos es obvia. Una aparece calcinada, derruida totalmente por la sustancia desconocida y en la otra predomina un verdor absoluta. El terreno cuenta con un total de 1.200 naranjos y casi una tercera parte de la finca ha sido derruida. "No sólo hemos perdido 300 plantas, sino que hay otras anexas que se están secando. Todavía no podemos valorar los daños, pero en esta zona ya no crece la hierba ni nada", manifiesta indignada Rodríguez.

Adela García, propietaria del terreno, no quiso hacer declaraciones a Diario de Almería, pero se mostraba bastante consternada por este hecho que ha acabado con gran parte de los árboles que ha visto crecer durante toda su vida. Los familiares de la propietaria de la finca consideran que son necesarios entre 15 ó 20 años para que este terreno se recupere de este desastre ecológico.

Los afectados esperan que las investigaciones aclaren todo lo acontecido para "que quien haya sido el responsable de esto pague por ello y también para que no se repita más porque esto es un problema serio para la agricultura y para la salud de las personas".

Esta cuestión al tratarse de un agua de riego es competencia de la comunidad de regantes, aunque la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía entra en juego si el vertido llega a las aguas subterráneas. El delegado de Medio Ambiente, Clemente García, que conoció ayer este incidente comentó a Diario de Almería que "tenemos que ver si este problema ha tenido repercusión en los acuíferos que suministran a la población. Estamos en proceso de investigación y una vez que finalice se podrá abrir un expediente".

El alcalde de Benahadux, Juan Jiménez, considera que se trata "de un hecho bastante importante porque están todos los naranjos secos y se le ha ocasionado un daño grave a la finca. No sólo es esta finca, sino lo que ha podido pasar y lo que pueda pasar en el futuro.

Jiménez desvincula este incidente, que considera un "hecho aislado", de los problemas del Bajo Andarax con las aguas fecales del Ayuntamiento de Almería. El regente benaducense asegura que "esto no es un tema de aguas fecales, sino que se trata de un unos residuos industriales o algún descuido, pero confío en el Seprona porque esto es fácil de seguir el rastro".

Las abundantes lluvias de esta primavera en la comarca provocaron que los regantes pudieran abrir las boqueras para regar y aprovechar el agua que bajaba del río. "Parece ser que alguien aprovechó el momento para verter estos residuos y que se mezclaran con el agua del río. Por la circunstancia que fuera el agua del río dejó de entrar y sólo pasó esta sustancia que ha provocado este desastre", apostilla Jiménez.

El presidente de la comunidad de regantes de Benahadux, Luis Gutiérrez, es una de las primeras personas que visitó la zona para conocer los daños. "Llevo muchos años en el campo y nunca había visto nada igual porque esto es muy grave y ha hecho mucho daños", reseña Gutiérrez.

El máximo responsable de esta asociación de agricultores, que se van turnando para el riego de sus fincas, considera que "lo más probable es que se trate de una empresa por debajo del puente de Rioja que haya vertido esta sustancia".

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