Almería

La torre milenaria convertida en váter

  • Un vecino de Pescadería-Chanca que se hace un retrete ilegal y que conecta con este BIC, detrás de la denuncia de la Junta a la Fiscalía

Dos personas observan la tubería instalada en el torreón.

Dos personas observan la tubería instalada en el torreón.

De tropelía sin parangón podría calificarse lo ocurrido con una de las torres milenarias de la Chanca, Bien de Interés Cultural, utilizada por un vecino de Pescadería como histórico retrete. Según ha explicado el Ayuntamiento de Almería, tras la denuncia formulada por la Junta de Andalucía a la Fiscalía, los daños sobre este BIC no son imputables a ninguna administración, sino a un particular quien, no solo se hizo un nuevo baño en su vivienda aledaña sin la perceptiva licencia municipal -o más claro, una obra ilegal-, sino que además no conectó las cañerías a la red general de saneamiento. La opción que eligió fue hacer desaguar las aguas fecales al vecino torreón. Una ocurrencia que ya le ha supuesto la apertura de un expediente sancionador por parte del Consistorio almeriense y que podría salirle más cara aún, en función de lo que ahora determine la Fiscalía.

El torreón forma parte de los siete que La Chanca aún conserva de la muralla medieval. Se encuentra en la calle Maromeros, donde el Ayuntamiento construyó las viviendas de protección, a través de la empresa municipal Almería XXI y en auxilio de la antigua Epsa, ya que, como recuerda el actual responsable de la Gerencia de Urbanismo, estas casas eran competencia del Gobierno andaluz. Las viviendas se hicieron, quedando este torreón integrado en el proyecto que, además, "tuvimos que restaurar", incide un sorprendido Miguel Ángel Castellón por la decisión de la Junta de denunciar al Consistorio por posibles perforaciones a este bien patrimonial.

Las casas fueron entregadas a sus propietarios en 2014 y, según narra el concejal, a los pocos meses el personal técnico de Almería XXI tuvo que personarse de nuevo en la calle Maromeros. El pastel que se encontraron era un torreón que, a tenor de la descripción del edil, debía parecer casi un queso gruyere de aguas sucias. Este elemento defensivo tiene pequeños orificios en todos sus laterales por los que, literalmente, orines y heces salían al exterior. Hasta el punto que las aguas fecales estaban afectando a las nuevas viviendas.

"Había filtraciones, pero lo peor es que el propio torreón estaba siendo afectado. Uno de los orificios, aprovechado para la chapuza del particular, se había convertido en un agujero considerable. ¿Qué íbamos a hacer, dejar eso así?", cuestiona el responsable municipal, quien explica que la solución de Almería XXI al objeto de "evitar un mal mayor" fue instalar la tubería denunciada, si bien -incide Castellón- "sin hacer perforación alguna, sino aprovechando el agujero existente".

El concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda asegura, además, que el Ayuntamiento dio parte a Cultura "sin que nadie" de la Delegación se personara en su momento y, "ante la falta de respuesta de la propia Junta, se optó por la tubería y conectarla con la red general, y abrimos expediente sancionador contra este vecinos de Pescadería-La Chanca", detalla Castellón. Dicho expediente sigue hoy su curso, sin haberse concretado todavía la cuantía de la posible multa.

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