El alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, ha anunciado a través de un bando fechado este pasado martes 22 de febrero, que el agua que tienen los vecinos de Vícar Pueblo para abastecerse ha sido declarada no apta para el consumo.

El citado escrito señala que los vecinos de este núcleo vicario no podrán utilizarla para beber ni como ingrediente para preparar alimentos pero si para la limpieza del hogar o el aseo personal.

Ante esta situación, el PP ha denunciado que ya en julio de 2008, advertía de esta "grave situación", que podría dejar sin agua potable a los vicarios que allí residen, "teniendo en cuenta además que la única fuente existente en Vícar pueblo tampoco estaba siendo controlada sanitariamente", explica Juan Luis Reche, portavoz popular.

Por este motivo, el PP pidió, por medio de una moción, que se efectuasen análisis periódicos en el suministro de agua, y en la propia fuente para, a continuación, tomar las medidas necesarias para que el agua de Vícar Pueblo fuese realmente potable para el consumo.

"Todo parece indicar que el alcalde socialista ha preferido dedicarse a sus proyectos de fuentes ornamentales y plazas faraónicas, lapidando el poco dinero disponible en el Ayuntamiento en este tipo de actuaciones, que seguro le son mucho más rentables informativamente que atender necesidades básicas para sus vecinos, como es disponer de agua potable", lamenta Reche.

El popular lamenta que Bonilla, "no sólo mantiene en una situación tercermundista a Vícar Pueblo, sino que además incumple con su obligación de establecer un sistema de autocontrol para garantizar la calidad del agua de consumo humano, lo que ha motivado que los últimos análisis efectuados hayan arrojado un alarmante resultado debido al alto contenido en materia orgánica".

Reche exige por ello al alcalde "una inmediata solución al problema del agua potable de Vícar Pueblo".