Almería

Un tercio de víctimas mortales menos en accidentes de tráfico en la provincia

  • De los 33 fallecidos en las carreteras almerienses en 2016 se reduce la mortalidad a 22 durante el último año

  • Las carreteras secundarias concentran la mayoría de los siniestros

Un tercio de víctimas mortales menos en accidentes de tráfico en la provincia

Un tercio de víctimas mortales menos en accidentes de tráfico en la provincia / José Manuel Vidal / EFE (Almería)

Un paso más hacia la mortalidad cero en las carreteras almerienses. Es el objetivo que marcó hace años la Dirección General de Tráfico, con el respaldo del conjunto de las administraciones públicas, y sus mensajes de sensibilización y las medidas correctoras y coercitivas en la gestión de la seguridad vial están dando resultados, al menos en la provincia. La estadística de fallecidos al volante rondaba el centenar a principios de siglo -99 en 2001 y 96 en 2004- y durante 2017 se ha conseguido reducir a 22. Un dato muy positivo para la Jefatura Provincial de Tráfico tras el repunte sufrido en el ejercicio anterior con 32 víctimas mortales. El retroceso es de un tercio (33%), 11 fallecidos menos que en 2016, una tendencia contraria a la que se ha experimentado en el resto del país dónde siguen creciendo las víctimas con aumentos del 1,4% en accidentes mortales, 2,6% (29) en la cifra de muertes y del 4,3% en heridos hospitalizados. En la provincia se ha conseguido dar un paso más, aunque el camino por recorrer todavía es largo hasta que ninguna persona se deje la vida en los desplazamientos. "Es un error pensar que existen los accidentes como una consecuencia inevitable de la sociedad de locomoción en la que vivimos, esta batalla por la seguridad vial se puede ganar", ha argumentado el jefe provincial de Tráfico en Almería, José María Méndez. La entrada en vigor del carné de conducir por puntos, así como la reforma del Código Penal y otros cambios normativos de la seguridad vial han propiciado una reducción de la siniestralidad en las carreteras almerienses desde hace más de una década cayendo a 60 en 2007, 31 en 2010 o 22 en 2017 las cifras de mortalidad. El mejor registro fue el de 2014 con 17 víctimas mortales, la única vez en la historia que se ha logrado que la estadística de muertes en las carreteras esté por debajo de la veintena. Además de las medidas legales, también están influyendo, según el jefe provincial, el plan de vigilancia integral de carreteras secundarias, los radares móviles y fijos, las campañas institucionales de la DGT y la implicación de la gran mayoría de conductores en el cumplimiento de las normas de la seguridad vial. A lo largo de los diez primeros años de carné por puntos en Almería se ha logrado reducir en un 64% los accidentes con víctimas mortales.

En las carreteras secundarias, de un sólo carril de circulación en cada sentido y que no disponen de separación física entre ambas direcciones, se producen casi todos los siniestros con fallecidos que se vienen registrando en los últimos años en la provincia, la mayoría por colisiones frontales, alcances y salidas de vía. Estas carreteras convencionales, que suman 2.018 de los 2.364 kilómetros de las vías interurbanas almerienses, son la asignatura pendiente hoy para la circulación y seguridad vial. Son menos seguras que las que están desdobladas por incorporaciones e intersecciones suelen estar al mismo nivel, los trazados son más antiguos, concentran los tramos montañosos y es necesario invadir el sentido contrario al adelantar, situaciones que elevan el riesgo de accidente. Alrededor del 66% de los accidentes mortales de 2016 (22 de 33) se produjeron en vías convencionales, vinculados a las salidas y distracciones. Durante el último año han sido 16 siniestros mortales de un total de 22 los que se han concentrado en carreteras secundarias frente a sólo uno en las autovías. Los cinco restantes se produjeron en zonas urbanas.

Consciente de este repunte de la siniestralidad en estas carreteras convencionales, Tráfico ha puesto en marcha un plan de medidas con las que mejorar la seguridad, sobre todo en una serie de tramos considerados más peligrosos. La A-334 a su paso por Olula, desde Baza a Santa Bárbara, es hoy el único punto negro identificado en la provincia, si bien la A-1050 y la AL-12 están señaladas como vías con más percances y la DGT señaló una treintena de zonas de alto riesgo. Entre los factores que han perjudicado el buen ritmo en el retroceso de la siniestralidad en la provincia destaca el incremento sostenido de la movilidad y una antigüedad media superior a los 10 años en el parque de vehículos. Consciente de este repunte de la siniestralidad en estas carreteras convencionales, Tráfico ha puesto en marcha un plan de medidas con las que mejorar la seguridad, sobre todo en una serie de tramos considerados más peligrosos. La A-334 a su paso por Olula, desde Baza a Santa Bárbara, es hoy el único punto negro identificado en la provincia, si bien la A-1050 y la AL-12 están señaladas como vías con más percances y la DGT señaló una treintena de zonas de alto riesgo. Entre los factores que han perjudicado el buen ritmo en el retroceso de la siniestralidad en la provincia destaca el incremento sostenido de la movilidad y una antigüedad media superior a los 10 años en el parque de vehículos.

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