A mediados de verano el Puerto de Almería se llena de ciudadanos magrebíes que esperan volver a su país para pasar las vacaciones.

La llamada Operación Paso del Estrecho (OPE) congrega a millares de personas en la explanada del puerto. Este año la afluencia ha sido de tal magnitud, que se ha triplicado el número de viajeros de años pasados.

Familias procedentes de muchos puntos de Europa, Bélgica y Francia en su mayoría, cargaron todas las pertenencias en las bacas de sus coches y se embarcaron en un viaje de muchos kilómetros de carretera hasta la capital, para acampar en el puerto a la espera de realizar su travesía en ferri con destino Marruecos.

El movimiento que estos días se ha dado en las instalaciones del puerto, ha sido constante, más de 500 personas se movilizan cada hora para embarcar.

La explanada de la zona portuaria se ha convertido en estos días en el zoco de una ciudad árabe. Baños y abluciones antes de rezo, comida halal y música arábiga han sido la tónica durante todo el fin de semana.

Pero no todo es bueno en esta historia, aunque los servicios de limpieza cumplen con eficacia con su trabajo, realizando batidas tras cada embarque. El gran numero de personas que allí se concentran, hace que la basura se genere a gran velocidad y "produciendo infecciones, concretamente a los más pequeños" según los sanitarios de la Cruz Roja, siendo necesario "un control de la higiene con más regularidad".

La OPE también se ha hecho notar en la vida cotidiana de los almerienses, algunos de ellos llegaron tarde al trabajo por el monstruosos tráfico que ha asolado a la capital la pasada mañana, debido a esta campaña de movilidad y a las obras que se están ejecutando en Almería.

A las vacaciones estivales, este año hay que incorporarle otro aliciente. Según el calendario lunar musulmán, el Ramadán se ha adelantado, cayendo entre los meses de agosto y septiembre, este es otro de los motivos por los cuales ha crecido el número de viajeros hacia el norte de África.

Cada cual, en el puerto hace lo que puede, unos duermen, otros se asean y algunos aprovechan toda esta actividad y gentío para hacer su verano. Poniendo pequeños puestos de venta ambulante ofreciendo sus mercancías.