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Caminante, sigue haciendo el camino (2-0)

  • Con ganas e intensidad, dos características que priman en la categoría, suma la victoria en una jornada complicada por abajo.

  • La cómoda segunda parte se torna en desgraciada: quinta amarilla a Borja y lesión de Uche.

Puertas celebra el 2-0.

Puertas celebra el 2-0. / Javier Alonso

Ya lo escribió Machado en sus Proverbios y Cantares, el camino se hace al andar. Y eso está haciendo el Almería, con paso más o menos seguro y con un ritmo que tiene que darle para llegar a la meta antes, por lo menos, que cuatro equipos. Da igual quiénes, hay algunos con buena pinta, como el propio conjunto de Ramis, y otros que parece que ahora no le ganan ni al arco iris, caso del Elche. Sin embargo, más vale no volver la vista atrás porque la senda que no se ha de volver a pisar está siendo tortuosa y sí centrarse en las huellas que marcan lo que resta de camino.

La vereda que finaliza en el albergue de la salvación todavía está muy lejos. Bueno, tres metros más cerca que hace una semana, algo que debe de llevar al guía Ramis a insistir a sus jugadores que mantegan el ritmo de la marcha, porque las rampas finales siempre son las peores. Sobre todo, cuando la musculación va dolorida o surgen las temidas ampollas en la planta del pie.

El paso de ayer fue importante, fundamentalmente por dos cosas. La primera deja patente que el equipo está enchufado, ciertamente temoroso también como es normal, y que va a poner la intensidad que hace falta en estos importantísimos cuatro partidos que quedan para terminar. La segunda es que ningún equipo se descuelga y baja los brazos, cada jornada es una sorpresa, hay victorias que sólo se explica por el guión del calendario y derrotas que vienen de escándalo a conjuntos como el Almería, que ha pasado de estar a cuatro puntos de la salvación a dos por encima de esos mismos puestos que ocupaba hace dos días. Dice Ramis, no sin razón, que no necesita mirar al resto de resultados, puesto que ganando su equipo, el objetivo se cumple. Es correctísimo, ojalá no haya que volver a mirar a la tabla clasificatoria, puesto que el corazón de más de uno bombea por encima de lo que la medicina considera saludable.

Para contradecir al míster, la victoria de ayer fue más de transistores (o de miradas a la página web deportiva de turno en el teléfono móvil) que de comerse las uñas. El partido no tuvo más historia que un equipo que se jugaba la vida ante otro que quiere despachar lo que resta de temporada lo más rápido posible. No hubo buen fútbol por parte del Almería, ni el Numancia hizo sufrir más de lo estrictamente necesario a la parroquia, que tras dos chispazos de gran calidad que significaron el 2-0, se puso a seguir el resto de la jornada.Las derrotas del Mallorca y del Elche fueron más dulces con los tres puntos en el bosillo. Igualmente, se le quitó trascendencia a las victorias de Córdoba y Alcorcón.

Y es que la intensidad mostrada ayer por los rojiblancos hace ser optimista al más obtuso de los pesimistas. El Almería ha vuelto a llegar tarde esta temporada a la competición, concretamente a mitad de la segunda vuelta, pero una vez que ha amarrado los machos, va cumpliendo en cada partido. En Segunda se juega así, como lo hizo ante el Numancia. Sin florituras ni posesiones estériles, un férreo centro del campo comandado por Borja y un ataque que cuando tiene la confianza de su defensa, hace jugadas merecedoras de acabar en gol.

Entre Puertas, Pozo y Fidel se fabricaron dos goles de velocidad y precisión, el primero con un cambio de banda fantástico del almeriense al onubense, que se coloca el balón y lo pone con rosca al palo largo; y el segundo con una jugada idéntica, que comienza el malagueño, prosigue con un centro el onubense y remacha el almeriense. Pudo haberlo marcado Quique, pero su remate se estrelló en el meta. Pese a no ver portería, tiene mucho mérito lo del vallisoletano, al que le da igual donde le coloque el míster, siempre aporta como el que más.

La tranquilidad del resultado llevó a la grada a cantar y disfrutar. Los tres puntos no se iban a mover pese a alguna intentona visitante por cubrir el expediente, pero como el Almería es un abonado permanente al sufrimiento, perdió por sanción a Borja y por lesión a Uche para Mallorca. En fin, ahora toca quitarse las botas, descansar los pies y echar un nuevo vistazo al mapa.

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