Laliga 1,2,3 | Almería-numancia

Sin atrevimiento ofensivo no hay gol (0-0)

  • Un Almería romo en ataque y con Pozo desconectado vuelve a ceder el balón al rival sin sacar provecho de las escasas acciones de ataque

  • Un cabezazo de Pere Milla y un zurdazo al larguero de Dani Nieto, peligro del Numancia

Un partido en el que Mandi es el más destacado y Pozo ha estado desaparecido en combate lo dice todo sobre el desarrollo del mismo y su cerocerismo final. Lucas Alcaraz lo resumía a la perfección en su comparecencia de prensa: "Fue el típico partido de Segunda". Ese que se mueve más en los conceptos tácticos que en el puro esprectáculo y termina fomentando la deserción en un ya de por sí gélido graderío.

Hay que darle al técnico granadino el beneficio de la duda porque nada ha sido fácil desde que cogiera un cadáver moribundo de manos de Ramis, con la enfermería repleta de lesionados y necesidades acuciantes en distintas posiciones que a duras penas se están intentando corregir en un escuálido mercado invernal.

El equipo sigue mostrando empaque defensivo y esa intensidad que antes en rara ocasión aparecía, pero más pronto que tarde tendrá que mostrar mayores argumentos ofensivos porque con los de ayer, y sobre todo como local, solo da para sumar un punto, contando con la inspiración de tu portero (René volvió a hacer una parada providencial) y las inevitables dosis de fortuna (el larguero repelió un balón).

Es el Numancia un equipo muy bien trabajado por Jagoba Arrasate. En Soria suelen dejar trabajar a los entrenadores sin excesiva presión externa y eso se nota para bien en los mecanismos que un plantel va adquiriendo de manos de su director de orquesta, máxime si puede ensayar la partitura sin saberse temporero de la profesión como tantos compañeros del gremio.

Por eso conviene valorar en su justa medida el punto sumado, ya que aunque devuelve al Almería a los puestos de descenso, no se sumó con un rival menor, sino con uno que seguramente esté hasta el final en la brecha para pelear por el ascenso vía promoción.

Supo Arrasate urdir un buen plan para que los suyos taponasen el mayor de los peligros rojiblancos: las carreras de Pozo en transición y sus excelentes dotes de asistente. Muerta el perro, se acabó la rabia, con lo que tapando al malagueño el Numancia se garantizó una mejor vida a nivel defensivo.

A decir verdad el Almería saltó mejor plantado al campo y fue el protagonista al inicio, con dos buenos cabezazos de Mandi y Joaquín en sendos saques de esquina de Fidel que metieron el miedo en el cuerpo a Aitor.

Poco a poco, no obstante, los castellanos se fueron desperezando volcando el juego por la zona de acción de Dani Nieto, que de no ser por la buena vigilancia de Mandi habría costado un serio disgusto. Los sorianos fuerno de menos a más, al punto de alcanzar el descanso con una posesión favorable del 63%.

El dato no era preocupante dado que Alcaraz cree que es algo sobrevalorado y sus equipos no se obsesionan con dominarla, pero sí el hecho de que los suyos, con la obligada vuelta al 1-4-2-2 al deshacer la baja de Verza el trivote, apenas estuvieran inquietando la meta contraria, fiándolo todo a la inspiración de Gaspar en su banda, que por lo común lograba burlar a su marcador para luego centrar un churro.

El Numancia se vino arriba en ese segundo acto y pudo costarle caro a los locales. Primero en una rosca medida de Íñigo cabeceada por Pere Milla abajo, donde le duele a los porteros, pero que se topó con una prodigiosa mano de René. Después con un zurdazo de Dani Nieto desde la frontal que repelió el larguero.

Se palpaba en el ambiente que los últimos diez minutos podían traer algo prometedor, aunque fuera a balón parado. Pero esta vez el libre directo de Rubén Alcaraz desde la frontal se marchó a las nubes y una cesión suicida de Motta casi le cuesta un serio disgusto a René. Por eso, habrá que quedarse con el gran partido de Mandi y el punto sumado pese al regreso al pozo. Menos da una piedra.

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