Los entrenadores aborrecen con razón los últimos partidos del año por la dificultad de mantener enchufados a sus futbolistas a sabiendas de que las vacaciones están a la vuelta de la esquina y el Almería pecó de ese mal en Santo Domingo. De otro modo no se explica encajar el primer tanto a los 30 segundos de juego, solo justificable en que la mayoría de los jugadores pensaba más en cómo llegar a sus respectivas casas desde Madrid tras el duelo (pocos regresaron en el bus del club) que en batirse el cobre.

Por no acertar no acertaron ni con la elección de los tacos de las botas, siendo habitual los resbalones a destiempo de Nano o Morcillo, dos componentes de la zaga, pudiendo costar serios disgustos. El mayor patinazo llegó en la primera acción de la noche, cuando Pereira (llevó a mal traer a los centrales toda la noche) recibió un balón en la esquina del área, dio un taconazo que otro compañero prolongó para Dorca, quien llegando desde segunda línea sacó un zurdazo raso y ajustado al palo que sorprendía a René.

El planteamiento táctico dispuesto por Lucas Alcaraz saltaba por los aires en apenas un minuto y el Almería no supo reaccionar en ninguna fase del encuentro, estando a merced de un rival que sin grandes alardes lo dominó durante todo el encuentro.

Perdido en el área propia y romo en la contraria, los almerienses apenas inquietaron la meta defendida por el exrojiblanco Casto. Apenas dos ocasiones dignas de mención en todo el primer acto, un disparo de Juan Muñoz tras recoger el rechace de un córner dentro del área despejado por Casto y otro de Gaspar desde fuera del área buscando el ángulo de nuevo tras recoger otro rechace tras saque de esquina.

Paupérrimo bagaje ofensivo al descanso y calamitoso en el aspecto defensivo, ya que Alcorcón dispuso además de un libre directo botado por Álvaro Peña por encima del larguero y de un regalo de Nano tras resbalar que los alfareros no supieron definir.

Lo mejor fue irse a vestuarios con 1-0 en el marcador tras ver cosas como la absoluta falta de entendimiento entre Owona y René en el despeje de un balón al que Pereira no supo sacarle provecho mandándolo a las nubes con la portería vacía.

Alcaraz movió el banquillo en la reanudación dando entrada a Verza por Mandi con la esperanza de ganar en distribución de juego, pero la posesión siguió en niveles altos en poder local y en esta ocasión el oriolano no dispuso de oportunidad para mostrar sus dotes a balón parado.

René se empleó a fondo para despejar balones con peligro en su área y despejes a propia puerta de sus compañeros, como el de Owona en el 61' en el que sacó a relucir reflejos felinos. Nada pudo hacer en el 66' cuando un disparo de Pereira, que había roto antes la cintura a Nano, lo empujaba a gol con la cabeza Trujillo. Muñoz pudo recortar distancias en el 80 llevándose el balón con una plástica espuela y volea repelida por Casto, si bien Giménez y Dumitru perdonaron el tercero. Derrota sin paliativos.