laliga 1,2,3 | Almería-Nàstic

De René a Dimitrievski (1-1)

  • El meta macedonio le detiene a Verza un penalti en el descuento en la misma portería donde René lo hizo ante el Lugo

  • Fidel adelanta a los rojiblancos y Joaquín empata en propia puerta

  • quedan en tablas con el Nàstic tras fallar un penalti en los minutos finales.

Lo que el fútbol te da, el fútbol te lo quita. Si la semana pasada René paraba un penalti en el descuento que daba 3 puntos, esta vez era Dimitrievski quien se lo detenía a Verza en la misma portería y volaban 2 del Mediterráneo. Disputado e igualado. Así podíra calificarse el choque ante un Nástic que cumplió con todos los clichés que le precedían al mostrarse como un equipo serio y bastante sólido en su rol de visitante.

Queda el regusto amargo de desperdiciar un penalti en el descuento, pero lo cierto es que los catalanes hicieron a lo largo del partido méritos suficientes como para rascar un punto, por más que lo lograsen por errores ajenos en lugar de aciertos propios.

A falta de refuerzos invernales, la contratación de Lucas Alcaraz se desvela como el mayor acierto en la errática gestión de la entidad unionista de los últimos meses. La Segunda se le amolda como un guante y conoce todas sus aristas, por lo que está sabiendo sacarle petróleo a un plantel permanentemente mermado por las lesiones.

Para contrarrestar las virtudes del conjunto de Rodri, que las tiene y no son pocas, Alcaraz volvió a recurrir al triángulo invertido en la media, con Mandi ejerciendo de pivote de contención y tanto Verza como Rubén Alcaraz un paso por delante alternándose en las labores de auxiliar al mediocentro defensivo y asomarse por el área contraria.

Como ya viene siendo norma habitual, de partida los almerienses cedieron el protagonismo del juego al adversario y el Nástic lo asumió de buena gana. Sabían que en el carril diestro local debutaba un chaval del filial y por allí empezaron a volcar toda su producción ofensiva, con unos inspirados Tete Moreno y Javi Jiménez en la banda, dando ambos un recital de coordinación en los desdoblamientos y las coberturas.

Navas fue quien pagó el pato, viéndose continuamente desbordado al tener que acometer un dos para uno sin excesivas ayudas por parte de Fidel. Como consecuencia inmediata el bombardeo de centros al área fue incesante. El lateral ejidense mantuvo el tipo, cortando algún avance peligroso e incluso rozando el penalti. De hecho lo cometió por un claro agarrón sobre Suzuki tras un saque de esquina, pero Pizarro Gómez no vio nada punible.

Espesos en ataque, Pozo fue nuevamente el encargado de echarse a la espaldas dicha tarea. Un centro suyo acababa en testarazo de Alcaraz a las manos de Dimitrievski. Luego el propio Alcaraz probaba fortuna con un disparo lejano que provocó dificultades al arquero macedonio tras botarle ante sus narices y finalmente una rosca de Pozo desde la frontal rozó la cruceta.

René también tuvo que emplearse durante el primer acto con un paradón a disparo envenenado de Gaztañaga y un cabezazo de Barreiro, si bien la ocasión más clara para los tarraconenses la tuvo en sus botas Juan Muñiz a los 8 minutos, pero no supo empalar bien un balón franco en el punto de penalti.

El Almería dio un paso al frente en el segundo periodo y sorprendió al Nástic con una genialidad de Pozo, clarividente en el centro al segundo palo tras levantar previamente la cabeza, donde Fidel empalaba a la red el 1-0. Ni con escuadra y cartabón el malagueño hubiera milimetrado mejor el ángulo exacto para sortear a los defensores y la salida del meta.

Lo más difícil estaba hecho, pero entonces apareció el infortunio cuando Joaquín, en un intento defectuoso de despeje, facilitaba que un disparo de Tete Morente que en apariencia no llevaba excesivo peligro se alojase en la portería de René. Los planes de sentenciar al contragolpe quedaban abortados, pero en el habitual arreón final pudo ganarse el partido. Javi Jiménez arrolló en el área a Fidel y el árbitro, sin dar margen de continuidad a la acción (Verza acabaría marcando de cabeza) señalaba la pena máxima. El oriolano, seguramente con el gol no concedido rondando su mente, perdió la partida ante Dimitrievski. Al final, un puntico y gol average ganado, algo que no debe desmerecerse.

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