ud Almería - Real Oviedo

Traje de gitano con pico y pala (1-1)

  • Partido feo, de trabajo, en el que el punto sabe mejor que el juego desarrollado ante un equipo 'made in Anquela'

Último día de Feria y primer partido del Almería esta temporada en su casa. Disparidad de prioridades en el recinto mediterráneo, con ganas de marcha en ambos sitios. La afición rojiblanca lo tenía claro: primero a ver por fin a su equipo dos meses después y luego a comerse el último pincho moruno de las fiestas con alegría si los rojiblancos cosechaban un buen resultado. Si no, nada mejor que un vino dulce de Los Maños para quitarse el mal sabor de boca.

No introdujo novedades Ramis en su once inicial con respecto al que ganó en Tarragona. Mismo equipo y mismo planteamiento. Balón, presión adelantada y a buscar espacios entre líneas. Sin embargo, el Oviedo se plantó mejor de inicio en el césped del Mediterráneo y sorprendió con dos llegadas de Johannesson, que había sustituido a Aarón en el calentamiento, que atajó seguro René. Quiso responder rápidamente Alcaraz con un disparo desde la frontal que se perdió lamiendo el palo de Juan Carlos. La presión ovetense estaba ahogando a un Almería que no encontraba a sus hombres importantes.

Pasada la media hora, el campo parecía más decantado hacia el área de René. El trivote ovetense en el centro del campo se había hecho con el control y triangulaba con cierta facilidad entre líneas. Al Almería estaba agobiado, no sabía cómo quitarse de encima los pegajosos carbayones, lo que llevaba a Fidel y Gaspar a hacer la guerra por su cuenta. Pocas ocasiones de gol, en una primera parte de claro desgaste físico que iba a pasar factura tras el descanso por la calurosa noche.

Con la clásica jugada entre Fidel y Nano, pared para la carrera del malagueño, arrancaba la segunda mitad. El panorama no cambiaba, con un Oviedo que encontraba fáciles los espacios entre líneas y ya provocaba los primeros desajustes rojiblancos. Después de un mal pase de Mandi y de una falta de entendimiento entre Joaquín y Motta, Berjón aprovecha un pase de Toché, mal cubiertos ambos, para batir por alto a René. Momento complicado con el 0-1, del que supo sobreponerse el conjunto de Ramis con el primer balón que encontró Pozo en su sitio, junto a la frontal. Trallazo para hacer el 1-1.

El partido estaba para cualquiera, quien tuviera puntería se lo iba a llevar. Verdés sacó un esférico que se colaba, pero es que Toché, Berjón y Mariga, encontraban muchos huecos, cada vez más por el cansancio. El punto era justo y, por supuesto, nada malo. Aunque el corazón le pedía algo más a los rojiblancos, la mente evitó hacer locuras en los minutos finales.

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