El Cádiz venció 0-2 en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y agravó la crisis del Almería, que acumula siete partidos sin conocer la victoria, con un solo gol a favor y dos puntos sobre 21 posibles, y que se hunde en la zona de descenso.

En una primera media hora soporífera, el Almería trató de poner algo más de tensión, con algunos acercamientos, tímidos, al área del Cádiz y dispuso de una buena ocasión de gol: un remate de cabeza de Rubén Alcaraz, en un córner botado desde la izquierda, que acabó con el balón repelido por el larguero.

El Cádiz apenas inquietó la meta de René durante la primera media hora, pero en el minuto 39 Lucas Bijker se escapó de Fran Rodríguez y, casi sobre la línea de fondo, envió el esférico al área pequeña y Salvi Sánchez, sin oposición, marcó el 0-1.

El partido se animó tras el gol y Pozo, en una volea desde la frontal del área, estuvo a punto de hacer el empate, aunque justo a continuación Álex Fernández pudo hacer el segundo para el Cádiz, también desde fuera del área.

El Almería empezó la segunda mitad con ímpetu, se hizo con la posesión del balón e intentó encontrar la manera de romper la defensa amarilla, pero el Cádiz, en una contra, consiguió el 0-2.

Carrillo, que entró tras el descanso en sustitución de David Barral, puso el balón desde la derecha hacia la carrera Salvi Sánchez, que ganó en velocidad a Owona y volvió a batir a René con un disparo cruzado.

Con el partido muy cuesta arriba, Ramis buscó alternativas, dando entrada a Gaspar primero y a Juan Muñoz y Javi Álamo después, pasando a jugar con defensa de tres y dos hombres en punta.

Pero el Almería, cuyos delanteros apenas suman un gol en trece jornadas disputadas, se mostró incapaz de reaccionar y generar peligro ante la portería del Cádiz.

Al final del partido, los aficionados dedicaron pitada y pañolada a jugadores y presidente del club almeriense.