El Almería-Córdoba del 16 de diciembre de 2017 no pasará a la historia ni será versado. Rojiblancos y blanquiverdes protagonizaron tal vez la primera mitad más aburrida en lo que va de campeonato en un desangelado Estadio Mediterráneo, mellado en su aforo por los ágapes navideños. Lucas Alcaraz dispuso el once más reconocible de lo que tenía a disposición con la entrada de Corredera en el extremo diestro y la vuelta de Owona al eje de la zaga para que Joaquín respaldase a Mandi en el doble pivote.

Como era previsible la sala de máquinas anduvo gripada a nivel de generación de fútbol, optando en su detrimento por juego directo mediante balones en largo a los extremos, lo que facilitó que el Córdoba se adueñase del esférico y dominase el juego, si bien careciendo de incisión en la zona de finalización.

Tan poco vistoso fue el primer acto que apenas se contabilizaron tres ocasiones en ambos bandos. Por parte califal un córner olímpico que obligó a René a desviar rebotando en el larguero y un desborde de Galán por banda tras driblar a Corredera cuyo pase atrás lo mandó Caballero a las nubes. Menos hicieron los unionistas por adelantarse en el marcador, computando únicamente una buena combinación entre Corredera y Pozo al cuarto de hora que concluyó en un pase atrás del malagueño que despejaba con apuros la zaga cordobesista.

En la reanudación cambió un poco el decorado y los locales estuvieron algo más incisivos, sobre todo gracias a las incorporaciones de Nano por banda izquierda. En el minuto 55 recibía un pase en profundidad de Joaquín para centrar al corazón del área y que Juan Muñoz rematase con la zurda fuera, mientras que en el 56 el carrilero malagueño volvía a centrar al segundo palo para que Corredera cabecease alto en una acción franca de gol.

El Almería se desperezaba, pero el Córdoba tampoco bajaba el pistón y Aguza tuvo la posibilidad de desequilibrar el marcador a su favor con un disparo desde la frontal que le salió mordido y facilitó que René lo detuviera sin excesivos problemas. Todo lo bueno del Almería seguía saliendo de las botas de Pozo, que está entrando en una interesante etapa de madurez asumiendo mayores responsabilidades en el campo y ofreciéndose siempre como solución a sus compañeros. Un pase bombeado suyo dejaba a Juan Muñoz delante del meta Kieszek, pero tras controlar bien el esférico el ariete sevillano intentaba una volea fallida.

La respuesta cordobesista vino de la mano de Jovanovic, quien tras desbordar por banda y apurar hasta la línea de fondo la ponía atrás sobre la llegada de Alfaro, pero su remate se marchaba desviado.

Verza estaba en el campo desde el minuto 64 en sustitución de un Mandi amonestado y el concurso del centrocampista oriolano iba a tener influencia en el resultado final. A falta de cinco minutos botaba un córner muy bien tocado al corazón del área que se comía Kieszek y la toda la zaga califal para encontrar libre de marca en el segundo palo a Motta, que solo tenía que empujarla a la red. El lateral italiano vive un momento pletórico sus actuaciones están resultado decisivas, reivindicándose pese a estar lastrado desde el minuto 2 de partido con una tarjeta amarilla. Una acción que vino a recordar la disputa que en Soria tuvo con Ramis por sustituirlo al descanso al estar amonestado, fricción que luego pagaría con el banquillo para desgracia del equipo.

Dadas las circunstancias de las ocho bajas con las que se afrontaba el derbi, los tres puntos eran oro puro y en los instantes finales se intentó evitar que se repitiera lo de Granada, aunque en el 86' Javi Lara la tuvo con un disparo que se fue rozando el palo.

Victoria sin poesía, pero tres puntos que ponen al Almería con 22 y lo catapultan en la tabla a falta de dos jornadas para el final de la primera vuelta, estando a tiro de la media de salvación en el ecuador liguero.